Menos Romareda y más colegios públicos

Uno de los primeros lemas que se entonó contra el actual gobierno municipal vino a raíz de la negativa del Ayuntamiento a reformar centros escolares públicos, propuesta que se había alcanzado a través de los Presupuestos Participativos. El lema era "menos Romareda y más colegios públicos". Sin duda, este último mandato hemos visto muy poco hecho en favor de los colegios públicos, pero tampoco se ha hecho mucho en cuanto a la Romareda, pese a la atención que se le ha dado al estadio. No fue hasta principios de 2022 que empezaron a darse noticias respecto a la reforma del …

Uno de los primeros lemas que se entonó contra el actual gobierno municipal vino a raíz de la negativa del Ayuntamiento a reformar centros escolares públicos, propuesta que se había alcanzado a través de los Presupuestos Participativos. El lema era "menos Romareda y más colegios públicos". Sin duda, este último mandato hemos visto muy poco hecho en favor de los colegios públicos, pero tampoco se ha hecho mucho en cuanto a la Romareda, pese a la atención que se le ha dado al estadio.
No fue hasta principios de 2022 que empezaron a darse noticias respecto a la reforma del estadio. Sirva como ejemplo que buscando el estadio en la página web de Arainfo, las noticias saltan desde noviembre de 2019 a enero de 2022.

A nadie se le pasará por alto que durante ese lapso tuvo un gran impacto la pandemia del COVID-19, y quizás no pudieron hacerse las gestiones necesarias para avanzar esta reforma. Sin embargo, en ese intervalo, sí se realizaron otras transformaciones urbanísticas de calado: se realizaron modificaciones del planeamiento municipal para permitir el macrocentro comercial en suelos de la antigua fábrica de Pikolin (mod. 171, aprobada definitivamente el 20 de diciembre de 2019), para alojar un hospital privado en una de las zonas con mayor renta de la ciudad (mod. 175, aprobado definitivamente el 17 de julio de 2020) y para ceder durante casi un siglo un suelo y un edificio públicos para instalar una residencia de estudiantes privada en el Antiguo Cuartel de Pontoneros (mod. 178, aprobada definitivamente el 31 de marzo de 2021). No parece que la Romareda fuera el proyecto prioritario del Ayuntamiento de PP y C's, ni mucho menos.

Pese a la tardanza en comenzar este proceso, de nuevo, tras casi dos años y medio de transcurso del mandato, el mismo ha sido más bien paulatino, episódico, podríamos decir. En un primer episodio se realizó un proceso participativo con distintas entidades para decidir la mejor ubicación del estadio, en el que a muchas de las entidades participantes se les facilitaron apenas cinco páginas de información (contando la portada) en las que solo en una aparecía información sobre las distintas ubicaciones, y en el que ni siquiera se mencionaba la rehabilitación del estadio existente como una de las posibles opciones. Este episodio concluyó el 22 de julio, cuando se designó la actual ubicación de la Romareda como lugar para albergar un nuevo estadio.
El segundo episodio comenzó en noviembre, con diversos anuncios durante el debate del estado de la ciudad y la votación inicial de la modificación 206 del Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza. Esta modificación, inicialmente (recordemos esto), tampoco realizaba demasiadas transformaciones: unificaba la parcela de la Romareda con el área de intervención G-28-2 (donde actualmente se ubican el antiguo edificio de Gerencia de Urbanismo y El Cubo), y transfería parte de su edificabilidad. Es más, aunque el documento hablaba de la construcción de un nuevo estadio, las modificaciones aportadas inicialmente perfectamente permitirían rehabilitar o ampliar el estadio existente, introduciendo nuevos usos además del deportivo.

El principal problema se ha dado en las cosas que no se estaban transmitiendo, y que, por supuesto, quedaron fuera del proceso participativo: ¿cómo será la gestión del estadio? ¿Se tratará de un estadio municipal y público, o un estadio privado? ¿Cómo se financiará la operación? Si hasta finales de 2023 no se decidirá la sede del mundial de 2030, ¿por qué tanta prisa en poner las obras en marcha durante el propio 2023? Y una larga serie de preguntas a las que, hasta ahora, no teníamos respuesta. Daba la impresión de que el proceso estaba yendo muy despacio, si realmente solo se estaban pensando las cosas que se anunciaban y aprobaban, o que se nos ha estado ocultando información.

Pero al final ha caído la máscara, el pasado día 23 de diciembre, el Real Zaragoza Sociedad Anónima Deportiva hacía llegar una alegación tras la aprobación inicial de la modificación nº 206, en la que pedía la recalificación de la parcela de la Romareda, pasando de una parcela de equipamiento público, a una parcela de equipamiento privado en la que podrá transmitirse el derecho de superficie. Nos tenemos que enterar a través de la propia empresa deportiva de lo que no quiere comunicarnos el Ayuntamiento, que lo que se quiere es ceder el uso de los suelos de la Romareda a una empresa para que construya un estadio privado, que lo que se quiere es que la Romareda ya no sea de la ciudad de Zaragoza, sino de una entidad privada, que podrá lucrarse de él con los eventos deportivos y todo el resto de usos que se incluyan en él. Esta alegación ha sido aceptada por el Ayuntamiento y la modificación ha sido aprobada definitivamente con ella. El nuevo estadio de fútbol de Zaragoza será privado.

No podemos permitir que ante cantos de sirena, esta vez en forma de hipotéticos beneficios para la población que vendrían con ser una subsede del Mundial 2030, se faciliten procesos de acumulación por desposesión, de pérdida de uno de los principales capitales que tiene un gobierno municipal, el uso de su suelo, en favor, una vez más, de intereses y empresas privadas.
Dicho todo esto, y aunque me contradiga, ya basta de la Romareda. Se ha amenazado con el inminente desalojo del CSC Luis Buñuel, se siguen congelando o reduciendo las partidas para la cooperación internacional, nuestros servicios sociales siguen perdiendo capacidad de atención tras una puerta de entrada privatizada, se está echando por tierra en muy poco tiempo todo por lo que muchas hemos peleado en esta ciudad. No podemos permitir que de aquí a mayo sea la Romareda lo que cope titulares y conversaciones de café, tenemos bastante trabajo por delante. Recuperemos ese lema con el que empezó este mandato, "menos Romareda y más colegios públicos", menos Romareda y más servicios sociales, menos Romareda y más bicicletas, menos Romareda y más Zaragoza.

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