Memorial en Uesca contra el olvido

El muro del lado oeste del antiguo recinto civil del cementerio será el lugar donde, sobre unas planchas de aluminio, se grabarán los nombres de todos los fusilados en Uesca entre julio de 1936 y enero de 1945, años de brutal represión y de barbarie fascista

El cementerio de Uesca integrará entre sus muros un memorial para recordar a los fusilados en la guerra. Este sentido homenaje tiene como objetivo que no se pierdan con el tiempo los nombres de todas aquellas personas que fueron brutalmente asesinadas durante la guerra y el período de posguerra por el fascismo.

Víctor Pardo, periodista y militante de izquierdas, nos recuerda que “los últimos fusilamientos tuvieron lugar el 23 de enero de 1945, todavía seis años después de la victoria franquista”.

“En ese muro, el del lado oeste del antiguo recinto civil del cementerio, se fusiló entre julio y agosto de 1936 a ciento cincuenta y tres personas”, señala Pardo.

Y continúa, “cuando el recinto municipal fue conquistado por las tropas franquistas, volvió a ser utilizado como lugar de ejecuciones para otras ciento noventa y cinco personas que habían sido condenadas a muerte tras juicios militares sumarísimos, en los que no habían tenido ninguna oportunidad de defensa”.

Una vez más, la ciudadanía es la encargada de rendir un homenaje, más que merecido, a todas las personas asesinadas durante aquellos años de brutal represión y de barbarie fascista.

“En el ochenta aniversario del inicio de la guerra, volvemos a proponer una actuación de carácter simbólico y reivindicativo, un acto de justicia y de reparación”, reconoce Víctor Pardo.

Para la construcción del memorial se ha contado con la colaboración del artista y diseñador Óscar Lamora. Para ello ha creado una poesía hecha materia. Su propuesta, “pretende recuperar del interior de ese muro el núcleo central del drama, que de forma primordial, no es otro que el de las vidas arrebatadas en cada uno de aquellos funestos amaneceres”.

En este homenaje también han intervenido el arquitecto Rafael Zalba y el escultor Eduardo Cajal. Según Víctor Pardo, “las obras las ejecutará el Ayuntamiento, cuyo equipo de gobierno ha valorado y compartido con los promotores el alcance del gesto desde el punto de vista de la recuperación histórica, de la memoria democrática y de la elemental reparación”.

El 23 de agosto de 2016 se inaugurará el memorial, una brecha en el muro de 16 centímetros de anchura. En su interior, unas planchas de aluminio donde se grabarán los nombres de todos los fusilados en Uesca entre julio de 1936 y enero de 1945. Más de medio millar de nombres que se leerán en ese corazón del muro donde un día se incrustaron las balas.

Víctor Pardo nos recuerda, “hemos puesto en circulación unos bonos de ayuda para financiar materiales y que se venderán en distintos establecimientos de Uesca, y al mismo tiempo hemos abierto una cuenta para aportaciones voluntarias”.

Para solicitar los bonos se ha creado una cuenta de correo electrónico, memorialhuesca@gmail.com.

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