Medio millar de personas celebran la XII Feria Aragonesa de la Biodiversidad Agrícola

L’Alfranca acogió este fin de semana este encuentro anual, que da protagonismo a las variedades locales y a las personas que las hacen perdurar

Reto gastronómico en la XII Feria Aragonesa de la Biodiversidad Agrícola (FABA)
Reto gastronómico en la

El pasado fin de semana del 3 y 4 de septiembre se celebró en L’Alfranca la XII Feria Aragonesa de la Biodiversidad agrícola, organizada por la Red de Semillas de Aragón. Un encuentro anual que tiene lugar a finales de verano, cuando las cosechas terminan de dar sus frutos y comienza la época de recoger las semillas que darán vida a la campaña del año siguiente.

Este encuentro cambia de lugar cada edición para dar protagonismo a las variedades locales de distintos territorios y a las personas que hacen perdurar este patrimonio cultural y agrícola en todo Aragón.

L’Alfranca se abrió para poder conocer su historia y los proyectos que alberga. Las semillas y hortalizas ocuparon sus espacios, que se llenaron de color con el mercado de artesanía, de música, de olores con el reto gastronómico, de disfrute y de risas con las propuestas creativas para los niños y niñas.

La Feria combinó agricultura, arte, música, gastronomía y naturaleza. Se pudo escuchar a expertos y expertas hablar sobre recuperación del conocimiento tradicional asociado a las variedades locales; compartir experiencias de huertas colectivas; crear recetarios con productos de Aragón acompañadas de la Ojinegra; inaugurar la Biblioteca de Semillas de Pastriz; presentar nuevos proyectos relacionados con la biodiversidad agrícola; disfrutar de una cata de aceite, de exposiciones, y de una mesa de variedades hortícolas locales.

La Feria Aragonesa de la Biodiversidad Agrícola volvió a ser un éxito. Medio millar de personas disfrutaron de las actividades propuestas,y se tuvo que duplicar alguna sesión por la gran afluencia.

También despertó el interés de la comunidad de "El bosque habitado", de Radio 3, que se desplazaron a L’Alfranca para reflejar lo sucedido en la Feria.

Profesionales de la agricultura, horticultura, divulgación del patrimonio alimentario, defensa de la biodiversidad agrícola, cocina, investigación, habitantes de pueblos cercanos, pequeños seres, futuros cuidadores y cuidadoras del planeta, personas con curiosidad al fin y al cabo, se acercaron a disfrutar de las actividades “haciendo una simbiosis muy nutritiva y esperanzadora”, añade la organización.

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