Más del 16% de las y los jóvenes no trabaja desde el inicio de la pandemia de COVID-19, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) divulgado este miércoles, que asegura que la juventud se ve afectada de forma desproporcionada por los efectos económico-sociales de la emergencia sanitaria.
El “Observatorio de la OIT: COVID-19 y el mundo del trabajo” señala también que las horas laborales de las y los jóvenes que han conservado el empleo han disminuido un 23%. También indica que el incremento rápido y sustancial del desempleo juvenil registrado a partir de febrero afecta más a las mujeres que a los hombres.
El informe advierte que la pandemia tiene un triple impacto en las personas jóvenes ya que, además de destruir sus trabajos, impacta su educación y formación y llena de obstáculos el camino de los que buscan entrar al mercado de trabajo o cambiar de empleo.
El estudio llega la víspera de hacerse oficial el cierre de las plantas de Nissan en Barcelona, que deja sin empleo a 3.200 trabajadores y trabajadoras directos y amenaza a 20.000 más. Un duro golpe para la clase trabajadora, al que se suman los recibidos en Alcoa, Mercedes y Renault. Además, en Aragón entre marzo y abril, la crisis del COVID-19 ha provocado que se pierdan al día una media de 350 empleos y el cierre de 30 empresas.