El claustro del IES Matarranya en Valderroures aprobó el 28 de noviembre retrasar la entrega de boletines de notas de esta primera evaluación. Esta era una de las distintas medidas que decidieron tomar en protesta por los recortes que se están dando en la Educación Pública y en contra de la Ley Wert.
La respuesta de la Administración aragonesa no se ha hecho esperar y ha vuelto a ser la coacción y la amenaza, ya que el inspector jefe de Teruel les ha avisado de que tal acción podía reportarles la suspensión de empleo y sueldo.
No es la primera vez que la Administración intenta intimidar a los profesores y a las familias con la toma de medidas sancionadoras por protestar, dar su opinión y hacer uso, en definitiva, de su libertad. Hay que recordar las multas recibidas por alumnos y profesores, la toma de nombres en manifestaciones como medida coercitiva o el intento de realizar listas negras con ocasión de los distintos encierros que la comunidad educativa ha llevado a cabo.
Desde Marea Verde Aragón explican, “queremos denunciar lo que nos parece una práctica antidemocrática. La principal función de la Educación es formar ciudadanos que piensen, se expresen y actúen con libertad. La acción de la Inspección de Teruel es, por tanto, un ejemplo nefasto para nuestros alumnos además de un desprecio a los derechos fundamentales”, y añaden, “queremos dar todo nuestro ánimo a nuestros compañeros de Valderroures. También queremos apoyar a todos aquellos que estos días están demostrando que no podemos admitir las medidas devastadoras de la Educación Pública de este Gobierno a través de encierros como la Junta de Personal Docente de Uesca, el IES Tubalcaín en Tarazona o el IES Ramón y Cajal de Uesca”.
