Marea Blanca denuncia, en un comunicado, el "oscurantismo" que se está dando en la gestión de la sanidad aragonesa desde que el gobierno del PP se hizo cargo de ella. "Oscurantismo en el que mantiene a la ciudadanía aragonesa y a sus representantes tanto políticos como sindicales al negarse a publicar la situación actual de las listas de espera y no informando de dicha situación ante la cámara, a pesar de las reiteradas peticiones que se han hecho a dicha consejería", indican en la nota.
Asimismo, Marea Blanca denuncia "que como nos temíamos y comentamos anteriormente, la Consejería de Sanidad por segunda vez, utilizando fondos públicos, volverá a derivar operaciones a las clínicas privadas, manteniendo de nuevo los quirófanos de los hospitales públicos cerrados, volviendo a primar a la sanidad privada frente a la pública".
"Volvemos a informar -añaden-, que el último plan de choque para reducir las listas de espera y que duró un par de meses, abriendo los quirófanos de los hospitales públicos por la tarde, se debió al Plan Impulsa, donde los fondos provenían de la Comunidad Económica Europea, y era de obligado cumplimiento". "De no haber sido así los fondos hubieran sido derivados a la sanidad privada como ya sucedió este verano y como va a suceder en los próximos meses", apostillan.
Este nuevo Plan de choque quirúrgico “supondrá un gasto de 1,8 millones de euros en una primera fase, pretendiendo frenar con ello unas desconocidas listas de espera, y que según el Director de Planificación y Aseguramiento del SALUD se habrían disparado en los últimos meses, declarando en los medios que 'han traspasado una línea que no se debería haber cruzado', cosa que los trabajadores de la sanidad pública podemos confirmar".
"¿Por qué no se ha utilizado este dinero para prorrogar las contrataciones y seguir haciendo intervenciones en la pública? ¿Por qué ese empeño en no actualizar a fecha de hoy las listas de espera? ¿Qué oculta la Consejería de Sanidad para no hacerlo?", se pregunta Marea Blanca.
"Lo que el Gobierno de Aragón no dice -continúa- es que las operaciones de cierta relevancia o dificultad no se derivarán a la sanidad privada (que son las que suponen un mayor coste), a ésta solo se derivarán aquellas operaciones que no impliquen riesgos pero si beneficios como cataratas, artroscopias, prótesis de rodilla, cadera, etc., y que son más rentables, sencillas y sin mayores complicaciones para la sanidad privada".
"Tampoco dice que si una de estas operaciones da problemas será la sanidad pública como siempre la que deba hacerse cargo de solucionarlos asumiendo el coste de esa solución y que numerosas pruebas diagnósticas que se han estado derivando han debido ser repetidas de nuevo en la sanidad pública por la baja calidad en su realización, con el consiguiente aumento del gasto", asevera.
Para Marea Blanca, "en vez de poner parches que al final salen más caros, deberían solucionar tajantemente el problema de las listas de espera dotando al SALUD del personal necesario pues medios hay. Así pues claramente el Gobierno aragonés, pone en evidencia su intención de desmantelar paulatinamente la sanidad pública aragonesa".
En este sentido, piden al Gobierno de Aragón "que esos 1,8 millones se reinviertan en la sanidad pública, posibilitando la apertura de quirófanos por la tarde y contratación de equipos en plantilla funcional, para realizar las operaciones necesarias que lleven a disminuir las tremendas listas de espera que venimos padeciendo en nuestra sanidad".
