Tras la reunión que mantuvieron los presidentes de los consejos de salud, del Casco Histórico y L´Almozara, trasladaron al Consejero de Sanidad de Aragón "la preocupación y rechazo ante algunas medidas que se están, o estarán, aplicando en estos sectores de Zaragoza".
La primera de estas medidas a la que hacen referencia las asociaciones vecinales es el cierre, a partir del 15 de julio, de la Unidad de Planificación Familiar donde ya sólo quedaban un ginecólogo y una enfermera que pasará al Consultorio de Hermanos Ibarra. "No se ha informado a la población que queda totalmente desatendida y pendiente de una nueva ubicación o de un servicio minoritario. Ya existía una gran demora en este servicio, ya que se habían ido reduciendo los días de atención que prestaban, además de que atiende nueve centros de Salud" denuncian.
Las vecinales recuerdan que existe una sobrecarga asistencial de la Unidad que comenzó con la amortización de una plaza de odontólogo en el Centro de Salud Seminario. En la redistribución se le asignó a esta Unidad un nuevo Centro de Salud, L´Almozara.
Las asociaciones señalan que "no se han tenido en cuenta factores y características que son determinantes a la hora de plantear y calcular los pacientes que sí utilizan de verdad la unidad, como son el uso real del servicio que en estos centros es mayoritario". "Se trata de una Unidad que ha funcionado siempre perfectamente con gran dedicación de los profesionales, pero debido a estos cambios se ha generado al menos un mes de demora. Ahora nos informan que puede llegar a dos meses, ya que el presupuesto para sustitución en verano es cero".
Las vecinales alertan también del posible cierre de la Unidad de Salud Mental de Rebolería que lleva funcionando alrededor de unos 25 años. "La creación de las Unidades de Salud mental fue un gran logro de colaboración entre la Atención Primaria y Especializada y una forma de acercamiento a la población. La gestión ahora es ágil y se complementa con variedad de profesionales: Psiquiatras, psicólogos, enfermeras, trabajador social y la coordinación con los médicos de familia y resto de profesionales de los centros de Salud. Se trata de una población que por las zonas de salud que atiende, Casco Histórico, entre otras, es más desfavorecida y con más problemas socioeconómicos y familiares". Según indican las asociaciones todo apunta que se se trasladarían al Centro de Salud Valdespartera, "que queda totalmente alejado y se perderían muchos pacientes y toda la labor realizada desde hace años".
Por último las vecinales advierten de la posible bajada de la calidad asistencial en el Centro de Salud de Rebolería. En este centro, actualmente constituido por 10 médicos de familia, 2 pediatras y 11 enfermeras, "la enfermera de pediatría atiende dos cupos de pacientes, lo que supone ya una gran carga asistencial". Ahora ante el cierre del Consultorio de Hermanos Ibarra, cuya población pasará a ser atendida en Rebolería, "se nos ha informado que se incorporá un nuevo médico de familia a la plantilla a partir del 1 de julio, pero de momento no viene ninguna enfermera aunque se nos ha asegurado que en breve se incorporará, ya que de lo contrario la calidad asistencial puede bajar notablemente y no poder cumplir la cartera de servicios establecida".
