Durante el primer fin de semana de junio se celebró el Volt 5, una caravana de activistas por la soberanía energética y el clima que pretende dar visibilidad a los territorios que sufren los impactos de las megainfraestructuras energéticas, como son los megaproyectos renovables, compartiendo conocimientos y tejiendo alianzas con los grupos locales y la población interesada en abordar esta problemática. Una de las paradas del Volt 5 fue en Alcorisa, donde se planteó cómo llevar a cabo una transición energética justa por medio de explicaciones y talleres para elaborar diversas propuestas y determinar las que recibían más apoyo por parte de las participantes, para que conformaran la 'Declaración de Teruel'.
Este documento pretende recoger de forma sintética y clara los principales ejes sobre los que llevar a cabo una transición energética respetuosa con el entorno, el planeta y las personas que habitan en el territorio, en un contexto de emergencia climática, que permita satisfacer las necesidades colectivas y sociales y garantizar la disponibilidad de energía para todas las personas, poniendo hincapié en las que pertenecen a colectivos vulnerables y/o racializados.
La Declaración puede ser firmada y apoyada por cuantas organizaciones, colectivos o plataformas locales lo consideren y crean que una transición energética justa pasa por garantizar el derecho de todas las personas, especialmente las vulnerabilizadas y racializadas, defender la biodiversidad y los paisajes, y que la implementación de las renovables se haga de acuerdo con la conservación del entorno y el respeto a la identidad cultural y social y al patrimonio natural de los territorios.
Ante la avalancha de proyectos que se pretenden instalar en las comarcas del sur de Aragón y cuyo destino sería Catalunya, las organizaciones, colectivos y plataformas locales que suscriben la Declaración muestran su unidad para decir claramente que no se trata de enfrentar territorios, sino de apostar por modelos de generación distribuida y consumo de proximidad, fomentando la democratización energética y la participación activa de las personas del territorio a través de las Comunidades Energéticas y el autoconsumo compartido.
“Los poderes económicos y políticos pretenden enfrentar a las personas y territorios para seguir lucrándose del rendimiento económico del sector energético, pero la solidaridad y el apoyo mutuo debe prevalecer ante las discrepancias que pueda existir entre ellos”, explican desde la Xarxa por la Soberanía Energética.
Según aseguran, la 'Declaración de Teruel' trata de aportar su grano de arena a esta lucha por demostrar que la mejor transición energética, no es la que se está planteando, que va en beneficio de unos pocos y supone la indefensión de los territorios frente a la agresión de los megaproyectos renovables, sino la que se debe hacer con diálogo social y procesos participativos que recojan las necesidades y prioridades de la población, para así conseguir la soberanía energética y un planeta más habitable y más justo.