En el reciente acto realizado por militantes de Puyalón, a la que se sumó Apudepa y ciudadanos de Épila, se pudo constatar el continuo deterioro que esta sufriendo el conjunto de construcciones de la villa. El pésimo estado de las cubiertas hace que la iglesia haya sufrido el derrumbe de parte de la bóveda central y alas enteras de la vivienda se han venido abajo. “La falta de protección ha dejado vía libre a los expoliadores que han robado todo lo robable”, comentan desde la organización.
La Villa de Mareca es una torre palacete típica de la ribera del Jalón. Fue finca de recreo del X Conde de Aranda y lugar del sepulcro del IV Conde de Aranda represaliado por Felipe II (I de Aragón), y posiblemente asesinado por su participación en la Rebelión Aragonesa de 1591. El conjunto cuenta con los lienzos de una torre defensiva del siglo X y la iglesia y zona habitacional del siglo XVI y XVII.
Desde Puyalón recuerdan la obligación del Ayuntamiento de Épila y del Departamento de Patrimonio del Gobierno de Aragón de proteger el patrimonio cultural de Aragón. “Ambas instituciones son responsables del estado de ruina de la villa y deben intervenir de manera urgente en las cubiertas y cerramientos para evitar más derrumbes y expolios”, concluyen.