La UNESCO reprende al Estado español por no detener el asedio a Doñana

La UNESCO ha criticado la falta de acción contundente del Gobierno español y la Junta de Andalucía para proteger el Parque Nacional de Doñana y detener las amenazas que están poniendo en peligro el futuro de este humedal Patrimonio de la Humanidad

Parque de Doñana.

Las amenazas a Doñana llevan desde el año 2011 en el punto de mira de UNESCO, la organización de las Naciones Unidas que vela por la protección de los espacios Patrimonio de la Humanidad. En su nueva decisión, que se votará en la reunión de julio del Comité de Patrimonio Mundial, UNESCO deja claro que ni el Gobierno central ni la Junta de Andalucía están haciendo suficiente para conservar Doñana.

La principal preocupación de UNESCO sobre Doñana es la mala situación de las aguas subterráneas de Doñana, que ya afecta al Valor Universal Excepcional que hace de Doñana un espacio Patrimonio de la Humanidad. Este año, un equipo de científicos internacionales y españoles alertaron de que Doñana está en riesgo de colapso si no se soluciona el problema del agua. La Comisión Europea también ha iniciado una investigación contra el Estado español por la caótica gestión del agua en Doñana.

UNESCO no ha sido menos, al exigir al Gobierno central “controlar y reducir las extracciones de agua subterránea” y urgir a “la plena aplicación del Plan Especial de la Corona Forestal”. La situación es tan crítica que llega a plantear la posibilidad de incluir a Doñana en la Lista de Patrimonio en Peligro si el 1 de febrero de 2018, fecha en la que pide un nuevo informe, España no ha iniciado “medidas urgentes para mejorar la situación del acuífero de Doñana”.

Las explicaciones sobre el dragado del Guadalquivir, el proyecto para que grandes barcos puedan navegar por el río hasta Sevilla, tampoco convencen a la UNESCO. Aunque el Gobierno y la Junta dijeron en diciembre de 2016 a UNESCO que el dragado “no se autorizará”, el organismo ha exigido un “compromiso permanente de cancelar este proyecto” que sería nocivo para Doñana. En marzo de 2017, el Puerto de Sevilla anunció la “suspensión” del proyecto, pero dejó claro que no renuncia a resucitarlo en unos años.

En este sentido, el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, declaraba que “UNESCO ha dado la razón a WWF y ha entendido perfectamente los problemas de Doñana. Ahora esperamos que tanto el Gobierno central como la Junta de Andalucía los entiendan también, dejen de engañarse a sí mismos y empiecen a poner medidas firmes que permitan salvar Doñana. El cierre de pozos y fincas ilegales es inevitable, como lo es la renuncia definitiva y verificable al dragado”, agregando que “la protección de Doñana supuso un hito en la conservación de los humedales en Europa en el siglo XX, estamos a tiempo de evitar su colapso en el XXI”.

UNESCO sigue atenta a los proyectos de almacenamiento de gas en Doñana –de los que pide revisar los estudios de impacto ambiental-, a la reapertura de la mina de Aznalcóllar-Los Frailes, el recrecimiento del embalse del Agrio o los proyectos de modernización del arrozal. Vuelve a pedir, así mismo, una evaluación de conjunto de los “impactos acumulados del uso del agua y de desarrollo agrario, industrial y comercial” presentes y futuros sobre los valores que hacen de Doñana un espacio Patrimonio de la Humanidad.

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