Estos datos muestran un deterioro generalizado de las condiciones de trabajo, debido a la alta precariedad y a la rotación en las plantillas que junto a la falta de inversión en materia de prevención por parte de la empresas, muestra una tendencia al alza de los accidentes de trabajo y de las enfermedades profesionales”, afirma Luis Clarimon, secretario de salud laboral de CCOO Aragón.
En 2018 hubo 608 enfermedades profesionales con baja, un aumento del 20,55% respecto a 2017. “A pesar de que muchas estén infradeclaradas. Hasta que no se ponga en marcha la red de médicos centinelas en Aragón, solo conocemos la punta del iceberg”, destaca Clarimon.
Señala también que las personas más vulnerables a los accidentes laborales, son los y las jóvenes y quienes ocupan puestos de trabajo donde hay una gran rotación. “Tienen menos experiencia, menos incentivos y menos formación”, una tendencia que se ha impuesto en algunos sectores productivos por el abuso de la contratación temporal.
De hecho la siniestralidad laboral aumentó de manera global en todos los sectores un 6,98%, excepto en el agrario que disminuyó un 0,57%.
La antigüedad en la empresa también es un factor determinante a la hora de prevenir los accidentes laborales, según CCOO. "Las personas con contratos más cortos y escasa formación están más expuestas que las que llevan más tiempo realizando su labor en una empresa. El 26%, más de una cuarta parte de los trabajadores y trabajadoras aragonesas que han sufrido un accidente, tenían un contrato eventual de hasta tres meses”, señala Clarimon.
El Informe también destaca que la dimensión de la plantilla en la empresa, condiciona la siniestralidad. "Más de la mitad de las empresas de entre 5 y 9 empleados, tienen como único recurso para la prevención de riesgos laborales, el servicio de prevención ajeno. En los tramos intermedios de 50 a 249 trabajadores y trabajadoras, un tercio de las empresas cuentan con un servicio de prevención ajeno y el 59% lo complementa con un trabajador asignado. En las empresas de más de 500 empleados, en las que la normativa impone la obligación de contar con un servicio de prevención propio, los accidentes de trabajo se reducen notablemente".
El sindicato muestra su preocupación por el aumento de los accidentes in-itinere, mayoritariamente sufridos por mujeres.A juicio de CCOO, la causa que condiciona este incremento de la siniestralidad in-itinere es "la doble presencia, es decir la necesidad de cumplir con los asuntos familiares y laborales". Por eso sostienen que es necesario que las empresas incorporen en la evaluación de riesgos estos accidentes.
El 25% de las y los trabajadores señala que tiene problemas para adaptar su horario laboral a los compromisos sociales y familiares. CCOO propone la puesta en marcha de “planes de movilidad a las empresas” en los que se incluyen "fletar autobuses entre varias empresas, incluyendo las pequeñas, que tengan una ubicación próxima entre ellas, compartir coche entre varios compañeros de trabajo… entre otras medidas".
La exposición al riesgo psicosocial, incrementado en esta nueva era de prisas, inmediatez y estrés y la nueva organización del trabajo que se caracteriza por falta de protocolos y determinación de las tareas de las y los trabajadores, es otro factor determinante que ha incrementado los accidentes in-itinere.
Medidas de cambio
“Reducir la siniestralidad laboral es responsabilidad de las empresas. Los riesgos se evitan actuando sobre su origen. El Gobierno español también debe cambiar algunas normas que podrían reducir la siniestralidad laboral”, asegura Clarimon. Medidas para acabar con el subregistro de enfermedades profesionales, poniendo en marcha programas de visitas a empresas.
CCOO propone que administración y agentes sociales fortalezcan los lazos de colaboración y coordinación para prevenir y formar en materia de salud laboral. "Garantizar también la perspectiva de género en todas las actuaciones de salud laboral y en concreto en las evaluaciones de riesgos laborales en los centros de trabajo… entre otras medidas", concluye Clarimón.