Tras conseguir la absolución del cargo de usurpación el 25 de mayo y a la espera del recurso de la Fiscalía, ahora las y los habitantes de La Selba organizan las Jornadas de Okupación y Resistencia Rural del 8 al 17 de septiembre de 2017. Bajo el lema “Contra el capital, planta un patatal” invitan a todos y todas han compartir reflexiones y experiencias sobre esta forma de resistencia en el monte. Durante estos días se espera acometer la obra en el tejado, aprender con los talleres de autogestión y como afirman los y las organizadoras conspirar sobre la okupación rural.
Una puesta en común que llega en un momento clave ya que tras varios años de cierta tranquilidad, la represión en territorios okupados para haber incrementado y según los y las organizadoras “vivimos un momento de amenaza hacia la okupación rural más que evidente”.
Así, mencionan a los y las compañeras de Fraguas -Castilla-La-Mancha- que se enfrentan a un juicio en el que les piden 4 años y medio de cárcel a cada una de las acusadas y 26.000 euros para pagar el derribo de las casas que ellas mismas han reconstruido. También se acuerdan de Urniza, en Nafarroa, donde tienen que hacer frente a la presión por parte de los y las forestales, además de haber recibido una carta de deshaucio y estar a la espera de una respuesta por parte de la administración foral.
La Selba, se queda
Por todos y todas han querido organizar estas jornadas en los confines del Sobrarbe en Uesca. Esta pardina llamada La Selba es propiedad de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) desde 1963, en que fue expropiada a sus antiguos y antiguas habitantes, así como otros pueblos circundantes para la construcción del embalse del Grado, obligando a sus gentes a abandonar sus vidas y quedando un vasto territorio abandonado e inundado.
En 2010 se okuparon estas casas y los terrenos de alrededor, muy deteriorados por los largos años de abandono. El pasado 25 de mayo hubo un juicio por usurpación en el juzgado de Boltaña, del cual han sido absueltas todas las personas.
Durante el día del juicio, en Boltaña, se concentraban unas 230 personas. Por eso, y también por la masiva respuesta a las llamadas a la solidaridad y al apoyo mutuo recibida tanto en las redes sociales como enviadas a los y las habitantes de La Selba.