Con la colaboración de catorce organizaciones aliadas con el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG) organismo que cuenta con oficinas consultivas en Bruselas, un autobús recorrerá durante tres días algunos de los lugares del Pirineo, afectados por grandes proyectos energéticos. Un nutrido grupo de académicos, científicos, técnicos, ecologistas y periodistas han mostrado su interés en Samianigo centrando su atención en el problema del lindano y el futuro proyecto de autopista eléctrica Samianigo-Marsillón.
"El principal objetivo es establecer vínculos entre diferentes grupos, plataformas y asociaciones locales con el ánimo de tejer alianzas futuras para dar respuesta a los grandes proyectos energéticos y de gran impacto ambiental que reunirá a docenas de profesionales y activistas de diferentes países europeos y otros procedentes de naciones del Sur Global", afirma Ecologistas en Acción, una de las organizaciones participantes.
Como etapa final de esta edición se ha elegido Samianigo donde una nueva amenaza para el territorio, un proyecto de línea de muy alta tensión que a pesar del ocultismo al que está sometido, ya ha comenzado la levantar oposición popular. El Movimiento Ciudadano contra la Autopista Eléctrica por el Pirineo ya ha reunido alrededor de mil firmas en su contra y lleva semanas informando a los habitantes de la zona del futuro proyecto. Las personas participantes en el Volt conocerán directamente los focos de contaminación de lindano y luego participarán en una charla-debate abierta a la ciudadanía a las 12.00 en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura, sobre los planes de interconexión eléctrica por el Pirineo a cargo de Alfons Pérez, del Observatorio Para la Deuda en la Globalización y Juan Peris (Asistente de eurodiputados).
Posteriormente las y los participantes harán una comida conjunta que será despedida y cierre de este viaje, cuyo objetivo es "denunciar las consecuencias más indeseables del desarrollo mal entendido que prolongan un modelo caduco que se ha demostrado capaz de cambiar hasta el clima del planeta".
"El Volt II pretende establecer diálogos entre los territorios afectados por los proyectos supranacionales como la Unión Energética ilegítimamente financiados con fondos del Plan Juncker", que "en su origen estaban destinados a la recuperación social y económica de los ciudadanos y que se derivan en provecho de las grandes empresas energéticas europeas", añade la organización ecologista.
Una parte importante de estos proyectos son las interconexiones gasísticas y eléctricas que "impulsan la creación del mercado único del gas y de la electricidad en la Unión Europea por el que las grandes empresas obtienen privilegios en forma de financiación pública y aceleración de los trámites administrativos para su ejecución", continúan. La Línea de Muy Alta Tensión Samianigo-Marsillón (400.000 voltios) entraría dentro de esta categoría.
Así pues, el Volt II pretende "debatir sobre la necesidad de los objetivos, la planificación y la ejecución de los grandes proyectos energéticos" situando en el centro conceptos como "democracia, soberanía, desarrollo equilibrado y necesidades reales" y tratando de responder a preguntas tales como: ¿Es democrático el ciclo de grandes proyectos energéticos? ¿Son suficientes los procesos de participación? ¿Están en consonancia con la soberanía energética popular? ¿Qué instrumentos tenemos para darles respuesta? ¿Hay alternativas a las grandes infraestructuras energéticas?
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