La reunificación de Irlanda se antoja fundamental para Sinn Féin

La mayoría de la ciudadanía del norte de Irlanda votó en contra del ‘Brexit’, un hecho que cuestiona la situación en la que quedarían con una salida de la UE en contra de su voluntad. El documento presentado por el Sinn Féin recoge la posibilidad de una reunificación de Irlanda que, a juicio del propio partido, beneficiaría a toda la isla.

Esta es la segunda vez desde la división de Irlanda, en 1921, en la que la ciudadanía del norte de Irlanda ha votado unida, es decir, dejando las divisiones políticas a un lado. La primera de las ocasiones fue gracias al Good Friday Agreement (Acuerdo de Viernes Santo) o al Acuerdo de Belfast, tal y como lo denominan los unionistas, alcanzado el 10 de abril de 1998 tras 21 meses de negociaciones y con el que se cambió el curso de la historia de Irlanda. La segunda vez es mucho más reciente. Únicamente hay que remontarse al referéndum celebrado el pasado mes de junio, el ‘Brexit’, donde un 55,8% de la población del norte de la isla votó en contra de la salida de la UE.

Así pues y bajo este escenario, Sinn Féin, la segunda fuerza política en el parlamento de Belfast y tercera en Dublín, ha presentado un documento en el que aboga por la reunificación de Irlanda. ‘Hacia una Irlanda Unida’, que es como se denomina dicho documento, contempla un estrategia donde se considera la creación de una administración única que se extienda a toda la isla. Más aún, si tenemos en cuenta que el panorama actual tras el rechazo al ‘Brexit’, “que lo cambia todo”, asegura Sinn Féin.

“El resultado del referéndum sobre el ‘Brexit’ ha acabado con muchas de las asunciones que existían sobre el estatus quo económico, político y constitucional en Irlanda”, señalaba el presidente de Sinn Féin, Gerry Adams, en el prefacio del citado informe. Además advertía que los resultados de dicho referéndum había creado “enormes incertidumbres” sobre las consecuencias que éste tendrá en “los negocios, comercio, empleo, protección social, educación y sobre el futuro político y la estabilidad económica”.

“Si los votos de Gales e Inglaterra sacaran al norte de Irlanda de la UE en contra de los deseos de su gente –continuaba Adams-, como sucedió con la partición, se convertiría en una burla hacia la democracia y perjudicaría al Acuerdo del Viernes Santo”.

Así lo reconocía también Matt Carthy, uno de los cuatro diputados de Sinn Féin en el Parlamento Europeo, en una entrevista publicada este pasado miércoles en GARA. “Muchos en Irlanda, Gran Bretaña y la UE no se han dado cuenta de que bajo los términos del Acuerdo de Viernes Santo, que es un tratado internacional, todos los ciudadanos del norte de Irlanda tienen derecho a solicitar la nacionalidad irlandesa, lo que les transforma en ciudadanos de la UE”, reconocía Carthy. “Así –explicaba-, la UE tiene la responsabilidad de defender los derechos de esos ciudadanos que van a ser forzados a abandonar la UE contra su deseo y la voluntad democrática de los votantes de esa región”.

A este respecto, el diputado de Sinn Féin confesaba que desde su partido se apoyó la permanencia, “no porque amemos a la UE, que creemos tiene muchos fallos, si no porque no podíamos apoyar un escenario en el que una parte de Irlanda siga en la UE mientras que otra parte está fuera”.

Este cambio de contexto político sitúa encima de la mesa la posibilidad de abrir un debate en torno a la situación política de Irlanda. En dicho documento se enumeran las razones económicas, que a juicio de Sinn Féin, mejorarían las condiciones laborales, sociales y políticas de la población irlandesa, tanto para la del norte como para la República de Irlanda.

El documento ya fue presentado por una delegación de Sinn Féin en el Parlamento Europeo la primera semana de diciembre. Además, Carthy destacaba las reuniones mantenidas con Euskal Herria, Catalunya, Escocia, Alemania y Chipre, para compartir su experiencia. En concreto con Catalunya y Escocia, “países que tienen experiencia en el área de organizar referendos, que es parte de la estrategia para Irlanda”.

“Desde Euskal Herria, la experiencia de los procesos de paz en el seno de la UE, como esta, puede jugar un papel positivo en la resolución de conflictos y facilitar estos procesos hacia la independencia o la reunificación”, apuntaba Carthy. “Queda mucho trabajo por hacer, pero estamos intentando comenzar a trabajar con nuestros amigos”, confesaba.

Al mismo tiempo, también se hace referencia a una supuesta incapacidad económica de la República de Irlanda a la hora de hacer frente a la unión de la isla. Algo que en el documento se rebate con datos y que se refleja más bien como una posibilidad real y factible económicamente hablando que como un mito. Cabe señalar que este es otro de los argumentos que se esgrimen a la hora de rechazar la reunificación de Irlanda.

Sin embargo, para el diputado de Sinn Féin esto no resulta para nada así. “Es cierto que la situación económica del norte no es la mejor, pero ha sido diseñada para que sea de esta manera, ya que sigue siendo una colonia británica”, recalcaba. “Hemos hecho los cálculos y los veinte mil millones de coste que se auguran a nosotros se nos quedan en tres mil millones”, matizaba Carthy.

Otro de los puntos clave a los que se refiere el documento presentado por Sinn Féin, trata la situación social y política del norte de Irlanda, ya que esta difiere en gran parte con la realidad que se mantiene en la República. Por ello plantean el análisis y el estudio de las posibilidades de reducir dichas diferencias.

Para Carthy, “es mucho más importante destacar las ventajas de la reunificación desde el punto de vista de la mejora de las prestaciones públicas, ya que ahora tenemos dos de cada en Irlanda: dos sistemas de salud pública, dos sistemas educativos totalmente diferentes, dos redes de transporte, dos agencias de desarrollo económico, que no es que no colaboren, es que compiten a nivel internacional“.

El documento también sugiere la integración de la minoría unionista en una Irlanda reunificada y los beneficios que esto conllevaría para esta comunidad, que pasaría de un 2% actual de la población de Reino Unido a suponer un 20% dentro de una Irlanda unificada. Un hecho que implicaría aumentar de manera significativa el papel y el peso en la toma de decisiones.

La posible continuación del parlamento y gobierno de Stormont con poderes similares a los actuales, la creación de una estructura federal, un estado monolítico, serían algunas de las alternativas que prevé el documento, que incluso abre la opción de plantear otras posibilidades durante el debate.

Un documento que tal y como reconocen desde Sinn Féin, no es ni una propuesta cerrada ni definitiva, sino que se espera que tanto partidos políticos y organizaciones como individuos, sumen ideas a este planteamiento que recoge la reunificación de Irlanda y que “garantizaría el crecimiento económico en toda la isla”.

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