El Día Internacional de la Visibilidad Trans es una onomástica anual que tiene lugar el 31 de marzo y que tiene por objeto la sensibilización en contra de la discriminación hacia las personas trans en todo el mundo. Fue la activista trans de Michigan, Rachel Crandall, quien desarrolló la iniciativa en el año 2009 como respuesta a la ausencia de días de conmemoración específica para la comunidad trans. Desde 2014, forma parte de la agenda internacional y es celebrado por activistas en todo el mundo.
Este año, desde la Plataforma Trans quieren “sensibilizar” a la clase política para poner fin a las “múltiples formas y situaciones de discriminación” que sufren las personas trans. “No pueden dar la espalda a más de 47.000 personas trans y han de apoyar unánimemente el trámite y aprobación del Proyecto de Ley Trans Estatal que el pasado 23 de febrero Unidos Podemos registró en el Congreso”, señalan.
Asimismo, recuerdan a todos los grupos políticos con representación en el Congreso español, que dicho texto “no sale del buró de ningún partido político, ha nacido de un proceso abierto y participativo donde las personas trans hemos sido las protagonistas en determinar cuáles han de ser las propuestas y políticas concretas para superar un trato desigual que se prolonga en el tiempo desde la entrada de la democracia en nuestro país”, subraya Mar Cambrollé, presidenta de la Plataforma Trans.
“Una educación que respete la identidad sentida de estudiantes y personal docente; una atención sanitaria que no nos trate como enfermos mentales ni nos segregue; políticas activas en el empleo que palien la exclusión laboral; el derecho a una identidad legal en el DNI que no ponga límites de edad, que suprima todo requisito médico y que sea un derecho la elección de la categoría sexual”, son algunos de los derechos que le son reconocidos a toda la ciudadanía y que son “vulnerados” a las persons trans.
Al igual que “las personas inmigrantes puedan ver reconocida su identidad en la documentación administrativa; que el interés superior del menor sea el eje que respete el libre desarrollo de la personalidad; que los adolescentes y jóvenes puedan practicar cualquier deporte sin menoscabo de la identidad sexual sentida; y que nuestros mayores tengan una tercera edad digna y respetuosa con la identidad sexual y expresión de género”.
“Sin un trato igualitario, no hay democracia. La Ley Trans Estatal, nos alejará del franquismo”, concluye Cambrollé.
