Explican los y las profesionales que trabajan en el CEIMJ que cuentan “con años de experiencia y una formación acorde a las necesidades de la mayoría de estos internos. Si bien, debido a esta sobreocupación, al tipo de perfiles de chicos que ingresan y a sus medidas de internamiento, no podemos darles la atención que requieren y con las que nos habíamos comprometido, que además entran dentro de nuestra deontología profesional”.
“Llevamos muchos meses sosteniendo este día a día sin manifestar nuestro pesar por la situación de la pandemia global con la que, además nos hemos tenido que adaptar. Sin embargo estamos en un punto en el que ya no podemos aguantar más y necesitamos ayuda”, reclaman desde el comité, y añaden que “nosotros, los trabajadores del Reformatorio, somos conscientes y estamos acostumbrados a trabajar con un alto nivel de hostilidad, que incluso hemos llegado a normalizar. Pero, en los últimos meses, se han sucedido numerosos actos violentos, algunos de ellos excesivamente graves como plantes, intentos de motines, incendios de habitaciones, agresiones graves entre internos y a educadores o personal de seguridad, que incluyen lanzamientos de objetos, heces y orina, entre otros. Se producen situaciones en las que nos sentimos incapaces de intervenir y prevenir como sabemos y solíamos hacerlo debido a la tensión generada, el agotamiento físico y mental, y la falta de recursos de personal”.
En cuanto a los perfiles diversos “de los MNA que van ingresando, destacaremos los delitos relacionados con las bandas callejeras. Dicho hándicap provoca que se hagan más intensas las amenazas entre los grupos de los integrantes y que incluso puedan reclutar a más chicos dentro de las mismas. Por esto, es tan importante e imprescindible que se pueda dar una atención individualizada y adecuada para evitar estas situaciones dentro y fuera de la institución, y que sea posible su reinserción en la sociedad. Sin embargo, en la actualidad y en dicho contexto, esto es inviable por todos los déficits ya mencionados”.
Además, indican que “no podemos olvidar a aquellos menores con problemas de salud mental, sean por consumos de múltiples sustancias o no, que requieren un trato mucho más individualizado y que hasta ahora se había estado llevando a cabo en un módulo específico para este fin como es el módulo terapéutico. Esta intervención psicoterapéutica también es imposible realizar por la cantidad de espacios a cubrir (2 talleres, 4 aulas, taller de música, taller de artes escénicas, escuela en los módulos, acompañamiento al juzgado, fiscalía, actividad física y supervisión en las visitas familiares)”.
“Nuestro sentimiento es de total incapacidad para atender dichas demandas con las que nos habíamos comprometido, mermando nuestra labor profesional e intervención diaria”, y recuerdan que para solucionar “la actual situación de desborde y agotamiento, el Comité de Empresa ha solicitado tanto a su empresa FAIM (servicio contratado por la Administración), así como al IASS en la figura de Mª José Bajen (jefa del Servicio de Menores del IASS) como a la Consejera María Victoria Broto, un refuerzo en la plantilla que tendría que constar de”:
- 6 Educadores Sociales a jornada completa.
- 1 jornada completa de personal para Servicios Residenciales.
- 1 jornada completa de Oficial de mantenimiento.
- Media jornada de Trabajador Social/ Insertor Laboral.
- Ampliar media jornada de Psicología Clínica.
“Los mencionados refuerzos no aseguran la excelencia profesional sino que se intentarían cubrir los espacios y las intervenciones individualizadas más urgentes. Vendrían a compensar los recortes que se han producido desde el año 2006 donde se contaba con esta plantilla. No se está reclamando ningún extra, sino más bien unos mínimos para poder trabajar y atender las necesidades más básicas”, recalcan.
Relatan desde el comité que “en un principio a dicha solicitud de refuerzo, la administración ha propuesto a la empresa adjudicataria, la modificación del contrato actual y añadir la posibilidad de contratar a 2400 horas e incluir la figura de Auxiliar Técnico Educativo”, pero recuerdan que “en el año 2006, el IASS se encargó de extinguir de los perfiles a contratar, dicha figura profesional debido a las competencias profesionales adecuadas que se requieren para este tipo de acompañamiento educativo. De ninguna manera, la contratación de Auxiliares Técnicos Educativos -categoría profesional que no existe- supondría un alivio al trabajo de los Educadores Sociales, ya que esta figura de Auxiliar Educativo requeriría un constante acompañamiento por parte del Educador Social en todas sus acciones”.
Por todo ello, y “al no haber sido atendida esta demanda de refuerzo y necesidad de urgencia real, en la Asamblea de Trabajadores mantenida el 22 de abril del 2021, se ha acordado comenzar una serie de acciones y movilizaciones para dar visibilidad social a su realidad profesional y laboral”, también anuncian que “registrarán sus demandas acompañadas de las firmas de la plantilla, así como mediante escritos al Chusticia de Aragón, al Defensor del Pueblo, Juzgados y Fiscalía de Menores”.
“Después de haber mantenido reuniones con el colegio de educadores y el grupo parlamentario socialista en la figura de su portavoz para servicios sociales, esta semana se han contratado a 3 educadores sociales a un 75% de jornada, lo que consideramos un avance pero que en ningún caso suficiente para las necesidades actuales”, concluyen.
Desde la DGA aseguran que “la plantilla está dimensionada en base a la petición realizada por la gerencia” de la empresa gestora
En contacto con AraInfo, desde el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón “se reitera que la plantilla está dimensionada en base a la petición realizada por la Gerencia de Faim, la coordinación técnica del centro y la dirección del mismo”.
“De hecho, las ratios de personal educador están muy por encima de las ratios de educador de los centros similares” en otros territorios, aseguran desde la DGA, y añaden que “es cierto que la situación actual es excepcional, el Departamento es consciente y estamos también ocupados de dotar los recursos que sean necesarios”.
Asimismo, aseguran que “la petición que realiza el Comité ahora no había llegado al IASS hasta el viernes pasado, cuando ya se había procedido a la contratación de los tres profesionales de refuerzo. El comité no se ha puesto en contacto en ningún momento con la Jefa de Servicio de Protección a la Infancia, para tratar este asunto. Esta responsable del IASS ha mantenido contacto regular con la Dirección del centro y con la Gerencia de Faim para dotar de los recursos necesarios. Y el IASS ha respondido al análisis que se le ha brindado respondiendo en todo momento con la dotación solicitada de personal para hacer frente a las distintas situaciones. La última petición hecha por el Comité está siendo evaluada esta semana, al haber llegado recientemente a la dirección”, concluyen.