La última propuesta de la empresa que gestiona en Zaragoza la zona azul y zona naranja para renovar el convenio colectivo ha sido rechazada por la amplia mayoría de la asamblea que la plantilla celebró este pasado miércoles. Después de varias reuniones en el SAMA, y a pesar del acercamiento de posturas, la inclusión de varios recortes en materia de permisos y el hecho de que no se garantizase el cobro íntegro de los IPC, ha provocado el rechazo al acuerdo.
Este viernes se mantendrá una nueva reunión en el SAMA en la que los sindicatos CCOO, OSTA y UGT expondrán cuáles son los puntos por los que debe pasar el acuerdo para que sea aceptado por la plantilla.
Desde que se iniciaran las reuniones en el SAMA, la empresa ha incrementado su propuesta de 1,45% a 1,75%, ha incluido un día de asuntos propios y ha asegurado una revisión salarial a IPC´s reales de ambos años. No obstante, el comité reivindica una mejora de 2,5% para los dos años de vigencia, 2016 y 2017, y rechaza los recortes en el tiempo para las visitas médicas que la empresa quiere introducir en el convenio, así como el pago “parcial” de los atrasos.
“La asamblea de trabajadores exige que se pague el 100% del IPC en los atrasos, mientras que la empresa solo garantiza el 75%”, afirman desde el comité de empresa.
La UTE Z+M está formada por Índigo y Mariano López Navarro, y se trata de una subcontrata del Ayuntamiento para gestionar los aparcamientos en la zona azul y zona naranja. La plantilla actual es de alrededor de cien personas, siendo vigilantes de calle unas ochenta. Por ello, tras la reunión en el SAMA de este viernes, tienen prevista una reunión con el Ayuntamiento de Zaragoza para explicarles la situación en la que están las negociaciones del convenio.
