Mañana, domingo 6 de octubre de 2013, a las 12.00 horas, en la plaza de la Memoria del barrio de Torrero de la capital del país, y dentro de la programación popular y autogestionada de los Pilars Disidents, Puyalón de Cuchas junto con vecinos y vecinas, celebrará un sencillo Homenaje en recuerdo a los 77 años de la creación, el 6 de octubre de 1936, del Consejo Regional de Defensa de Aragón (conocido como Consejo de Aragón o Consello d'Aragón), una de las pocas experiencias libertarias llevadas a cabo con éxito a lo largo de la historia.
El Consejo de Aragón fue una gran experiencia de colectivización del poder, de soberanía popular, cuyo aspecto más visible suele ser la colectivización del sistema económico, que abarcó a todos los sectores, agrícola, industrial, comercial y minero. En su breve e intensa existencia tuvo aciertos, enormes dificultades, y cosechó una gran victoria: la certeza de que el Pueblo Aragonés puede organizarse y dirigir su vida colectivamente, utilizando un sistema económico redistributivo para favorecer el desarrollo de una sociedad de mujeres y hombres libres, donde el bien general está por encima del egoísmo particular. Y todo ello mientras combatía sin descanso contra el faixismo.
El Consejo también trabajó por la construcción de Aragón como ente cultural y político autónomo, autogobernado y autogestionado, un trabajo que fue torpedeado por la cerrazón de muchos partidos españoles a un proyecto social y económico como el aragonés.
Joaquín Ascaso, Presidente del Consejo de Aragón, en su libro “Memorias 1936-1938: hacia un nuevo Aragón”, explicaba que “...en la conciencia de los aragoneses está viva la enseñanza de aquella época en que las dificultades de la vida se resolvían o se atenuaban con disposiciones emanadas del pueblo. El Consejo de Aragón, surgido del pueblo y creado por el pueblo, era el pueblo mismo.
No hay por qué disfrazar la realidad: en muchos departamentos de Aragón se ha vivido en pleno régimen comunista libertario. Y este intento, que dejó de ser ensayo para trocarse en sistema de hecho y de derecho revolucionario, no sólo resultó viable, sino grato y práctico para los aragoneses.
Poco a poco, sin estridencias ni precipitaciones, se iba encauzando la estructura de Aragón autónomo, sin que tuviéramos que lamentar entre nosotros choques políticos ni desalientos individuales.
En cuanto a mí, presidente del Consejo de Aragón, por lo que personalmente me alcanza, declaro que hice todo lo que mis fuerzas dieron de sí. Guiado siempre de un entusiasmo objetivo, sentía en mi trayectoria revolucionaria el intenso dolor de que al pueblo, precisamente a mi pueblo –la tierra aragonesa donde mis energías adquirieron desde la niñez la savia anarquista-, se arrebatase sin más ni más el fuero de su autonomía, tan difícilmente alcanzado a fuerza de sangre, de tesón combativo, de fervor revolucionario…”
Desde Puyalón de Cuchas afirman que “estamos convencidas de que un día como este debe ser conocido y recordado por todo el Pueblo aragonés, artífice de esta experiencia histórica, y por ello os invitamos a compartir este sencillo homenaje con nosotras”.
