La excusa perfecta para reconocernos se llama La Enredadera

Patricia Escartín Lasierra es miembro programa La Enredadera (Radio Topo) y colaboradora de AraInfo.

Miembros y personas colaboradoras del programa La Enredadera. Foto: Vera Benavente

Desde hace semanas intento condensar en palabras algunas emociones. Reto complicado éste; quizás por eso no me sale. Por eso o por lo que ya escribiese Galeano en su “Libro de los abrazos”: Yo quise responder a despedida tan bella, pero no se me ocurrió nada. Nada que hacer, nada que decir. Nunca he sido bueno para los adioses. Nunca he sido buena para las despedidas. Por eso, despedirme de La Enredadera me cuesta. Quizás porque también es una despedida que no me creo del todo. La Enredadera sale de la madriguera que le acogió hace 15 años y se enreda por las ondas no sabemos aún hacia dónde.

Anoche hicimos el último programa en Radio Topo, radio libre zaragozana desde la que hemos emitido en este tiempo; que nos ha dado muchas alegrías, pero también, como proceso colectivo, más de una decepción. El tener que abandonar el subsuelo zaragozano nos duele, pero también supone un descanso.

Mantener un proyecto de comunicación abierto, plural y alegre como La Enredadera no es fácil. Requiere mucha constancia, un compromiso (no de los que ahogan, sino de los que te apasionan) y un entusiasmo que personas como Nacho saben transmitir.

La Enredadera cumple 15 años, pero el gusanillo de la radio ya viene de largo. De muchos años atrás. Tendríamos 7 y 4 años, más o menos, cuando hicimos radio por primera vez: en la Feria de Muestras, una radiofórmula comercial invitaba a hacer un minuto de radio a quien quisiera y allá que nos lanzamos. Bueno, allá que se lanzó Nacho y yo fui detrás, como buena hermana pequeña. Por suerte, creo que esa grabación está perdida, aunque yo me acuerdo perfectamente. Allí empezó todo. Y en junio del 2000, al calor de la Red por la Abolición de la Deuda Externa, nacía La Enredadera en Radio Topo; hasta hoy.

Yo he sido partícipe de La Enredadera desde el principio, primero como oyente fiel y después, tras hacerme mucho de rogar (maldita vergüenza) como colaboradora habitual. De hecho, en algún momento fui algo más que una colaboradora y participaba en las asambleas de la radio, de las que acabé huyendo tiempo después. Serán más de diez años ya los que nos unen en un vínculo estrecho.

Para mí, La Enredadera ha sido una excusa. La excusa perfecta para conocer a muchísimas personas que nos han acompañado durante este tiempo, para formarme políticamente a través de las luchas de otras y en las mías propias, para leer mucho, conocer diferentes músicas, participar en entrevistas a personas a las que admiro, o las que he podido admirar tras escucharlas charrar con nosotras. He aprendido algunas cosas básicas de tecnología para difundir cada programa, he escrito editoriales, guiones para las radionovelas, he enredado a diferentes personas para charrar de temas que me parecían interesantes...Pero sobre todo ha sido un lugar en el que reconocerme; algo que creo que comparto con toda la gente que ha pasado por este espacio de expresión. Nos hemos reconocido como personas que cada día nos levantamos creyendo en un mundo nuevo, en otras formas de relacionarnos, en la creación de espacios colectivos en los que cada persona cuenta, tiene su voz y queremos escucharla. Algo tan simple y que nos cuesta tanto.

Las primeras veces que participé en la radio, al re-escuchar el programa me saltaba las partes en que salía mi voz. Me daba una vergüenza terrible y pensaba que lo había estropeado. Con el tiempo me he dado cuenta de lo necesario que es que se escuchen todas las voces, aunque nos equivoquemos, o se nos trabe la lengua, o nos entre la risa. La Enredadera ha sido un espacio de confianza en el que siento que cada persona se ha podido expresar como ha querido, que ha sido escuchada y reconocida. Para mí eso es lo importante.

Decimos adiós a nuestra casa. Nos mudamos aún no sabemos a dónde. Pero sí con quién(es). Tenemos una familia muy grande y unida que nos acompaña. Así nos lo han hecho sentir este tiempo. Así lo sentimos nosotras. Nos hemos reído mucho (muchísimo), nos hemos enfadado, hemos llorado, hemos hecho mucho el idiota y nos hemos puesto muy serias cuando ha hecho falta.

Hemos servido de altavoz para “lxs sin voz” y de trampolín para nuevos proyectos radiofónicos.

En definitiva, hemos vivido la radio.

Ahora toca buscarnos otra excusa para seguir creando, compartiendo y viviendo.

Gracias a Nacho por ponerle tantas ganas y no reblar. Gracias a quienes habéis hecho de La Enredadera una parte importante de nuestras vidas.

Os invitamos a celebrar con nosotras estos 15 años de radio, de luchas, de sueños el próximo domingo 7 de junio en el Centro Musical Las Armas de Zaragoza en una fiesta que prometemos inolvidable.

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