La desfachatez de Cristina Cifuentes

Con su “renuncia a utilizar el título del máster de Derecho Público Autonómico de la Universidad Juan Carlos”, la desfachatez de Cristina Cifuentes entra en el esperpento. Señora Cifuentes no se puede renunciar a algo que no se tiene ni que se prevé vaya a tener en el futuro. Son tantas y de tan diversa índole las irregularidades que rodean su fantasmagórico título de máster que cualquier persona que ejerza un cargo de la importancia del suyo, si considerase la honestidad y la credibilidad como elementos básicos de la representación democrática, habría dimitido hace muchos días. Pero este lamentable y …

Cristina Cifuentes y su equipo en el AVE |Foto: Twitter Cristina Cifuentes

Con su “renuncia a utilizar el título del máster de Derecho Público Autonómico de la Universidad Juan Carlos”, la desfachatez de Cristina Cifuentes entra en el esperpento. Señora Cifuentes no se puede renunciar a algo que no se tiene ni que se prevé vaya a tener en el futuro.

Son tantas y de tan diversa índole las irregularidades que rodean su fantasmagórico título de máster que cualquier persona que ejerza un cargo de la importancia del suyo, si considerase la honestidad y la credibilidad como elementos básicos de la representación democrática, habría dimitido hace muchos días.

Pero este lamentable y bufonesco episodio ha puesto en evidencia no solo su depravado ejercicio de la representación democrática, sino que, desgraciadamente, es compartido por las personas más relevantes de su partido (aunque esto no es ninguna novedad) y por numerosas personas que también ocupan cargos relevantes (como son los funcionarios o los profesores universitarios) que utilizan de forma fraudulenta nuestras instituciones públicas y propiedad de todos, para el beneficio personal, ilegal e ilegítimo de sus allegados políticos (sobre todo del PP) o familiares.

El daño que han hecho a una Universidad Pública y a todas las personas (alumnos, profesores, trabajadores de la Institución) es mayúsculo e irreparable. Y quienes los disculpan o amparan son tan deleznables como ellos.

Éste es uno más de los episodios que demuestran lo extendida que está la corrupción en nuestro actual sistema político y el amparo que tiene entre amplias capas sociales, que siguen apoyando con su voto a los partidos que gestionan esa corrupción, fruto de la escasísima cultura cívica y solidaria que demuestran tener.

Es urgente expulsar al PP y a sus aliados de las estructuras de poder político si no queremos que nuestro país siga degradándose y ganando cada vez más títulos de corrupción, desigualdad, autoritarismo, falta de libertades, etc

A estas alturas de nuestra historia democrática, la vida y actividad de los servidores públicos no puede ofrecer dudas respecto a su honorabilidad y los errores, sin suponerles mala intención, o abusos que se cometan en este sentido deben pagarse políticamente con la dimisión. Los servidores públicos deben ser ejemplarizantes y el partido que está en nuestro gobierno ostenta los récords europeos de corrupción.

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