La cooperación entre Nouvelle Aquitania y Aragón acelera la reapertura del Canfranc

Gracias al impulso y coordinación de los gobiernos de Nouvelle Aquitania y Aragón parece que el sueño de reabrir al tráfico ferroviario la línea internacional entre Canfranc y Olorón está más cerca que nunca

ferrocarril
Estación de Canfranc. Foto: Pablo Ibáñez | AraInfo

La reapertura del Canfranc es una de esas reivindicaciones históricas que a pesar de ser mayoritaria y recurrente siempre encuentra obstáculos para su concreción. Por eso, y a pesar de los avances, siempre queda un poso de escepticismo al conocer las novedades que los políticos presentan ante la sociedad. Sin embargo, parece sensato reconocer que las administraciones aquitana y aragonesa están trabajando seriamente, y hasta donde sus competencias legales alcanzan, por conseguir la ansiada reapertura.

En la parte aquitana los trabajos de adecuación de la vía han cobrado un gran impulso bajo la presidencia de Alain Rousset, consiguiendo la circulación de trenes hasta Bedous, a tan solo una treintena de kilómetros de la Estación Internacional de Canfranc. Y en la parte aragonesa, bajo el mandato del Presidente Javier Lambán, y el impulso del Consejero de Vertebración Territorial, José Luis Soro, se han comenzado los trabajos de rehabilitación integral de la estación, incluyendo una nueva y funcional terminal de pasajeros. Esto lleva a balancear el escepticismo hacia la esperanza.

Porque más allá de los incontestables datos sobre la viabilidad económica de esta línea férrea, de su rentabilidad social y ambiental, o de los repetidos y contundentes argumentos que apuntan a la necesidad de entender esta conexión como una prioridad europea, la reapertura del Canfranc es un anhelo aragonés para, también, conocer nuestro lugar en el mundo. Un lugar que se habita cuando se trabaja coordinadamente para que las metas más importantes dejen de ser quimeras y se conviertan en realidades.

Ya no quedan excusas para los estados francés y español (y sus operadores ferroviarios Adif y Sncf), de quienes dependen en última instancia la conexión internacional. Es su obligación política satisfacer esta demanda, y emulando a los gobiernos de Aquitania y Aragón, coordinarse para ejecutar sin demora los trabajos necesarios para la reapertura.

Foto: Pablo Ibáñez | AraInfo
Foto: Pablo Ibáñez | AraInfo

Hace unos pocos días, en el acto de colocación de la primera piedra de la rehabilitación de la Estación Internacional de Canfranc – Gara Internacional d’os Aranyons, el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, contaba la anécdota de como de niños se usaba uno de los locales de la estación como peña infantil para las fiestas del lugar. Yo fui uno de esos niños, y recuerdo que uno de nuestros juegos favoritos consistía en montar en alguno de los trenes abandonados y jugar a los ferroviarios. Cuando gritábamos ¡pasajeros al tren! lo hacíamos con la inocencia de pensar que nuestra imaginación movería el tren sin vida, atravesando el túnel internacional, volando por el puente derruido del Valle del Aspe, y volviendo a tiempo a casa para merendar. Hoy me siento otra vez un niño deseando coger ese tren que me lleve hasta Bedous y me traiga de vuelta a casa con la sonrisa en la cara y un buen queso de pastor para merendar.

 

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