La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnas de Aragón (FAPAR) relata como “las vacantes ofertadas inicialmente en los centros educativos han ido sufriendo alteraciones sin explicación, incrementándose en algunos casos y disminuyendo en otros”.
Para analizar el último proceso de escolarización en nuestro país “basta comprobar el listado publicado inicialmente con el publicado este pasado miércoles en la web del Departamento. Y como ejemplos concretos señalaremos dos de los muchos que hay. El primero es la apertura de dos aulas nuevas en medio del proceso, mientras las familias estaban en plazo para realizar sus solicitudes en los colegios públicos San José de Calasanz de Zaragoza y Ensanche de Teruel (la segunda reconocida por el Departamento en las informaciones a medios de comunicación y la primera ocultada)”, destacan desde FAPAR.
El segundo de los ejemplos “es la modificación de vacantes aparecida en la web -también este pasado miércoles- en centros que disponían de reservas de plazas para alumnado procedente de las Escuelas Infantiles de la DGA, que era la primera vez que se hacía y que han visto modificada su oferta inicial sustancialmente, sin conocimiento previo de las familias, por ejemplo el Sancho Ramírez de Uesca ha pasado de 9 a 31 vacantes, Cervantes de Exeya de 23 a 33, Ana Mayayo de 6 a 27, Hispanidad de 8 a 22, María Moliner de 9 a 23, Monsalud de 29 a 40, Ramón Sainz de Varanda de 29 a 51 o San José de Calasanz de 21 a 39. La Orden recoge la opción de renunciar a la reserva de adscripción en la tramitación de una nueva solicitud, pero la gestión de estas vacantes no debería mezclarse con el proceso puesto que queda desvirtuado y genera incertidumbre y confusión en las familias”, recalcan desde FAPAR.
“La solución al caos organizado ha sido la apertura de algunas vías y la subida de ratios en centros, en los que en ocasiones, se han suprimido las reservas de alumnado acneae, como el caso del colegio Julio Verne, a quien además le han cerrado previamente una vía, siendo además un centro preferente TEA. En el actual contexto de caída demográfica, el Departamento de Educación de la DGA debería valorar bajadas de ratio y no incremento, que lo que suponen además de la pérdida de calidad es un desequilibrio entre centros que repercute en la vulneración del derecho a la igualdad de oportunidades de la ciudadanía”, enfatiza la federación de ampas.
“Pésima planificación y falta de transparencia”
A juicio de FAPAR “el proceso ha estado recubierto de falta de transparencia, quizás debido a la pésima planificación, desde el momento de la constitución de las Comisiones, al menos la de Zaragoza ciudad, cuando la resolución de ratios, el número de aulas y plazas disponibles, las aulas TEA, las plazas de Educación Especial, la oferta de secundaria, no estaban firmadas por la directora general de Planificación y no se facilitaron a los integrantes de dicha Comisión, pero sí a algunos medios de comunicación, aunque de forma sesgada”.
En la actualidad “aún hay documentos que siguen sin facilitarse, la lista de aulas de tres años ofertada en la capital, por ejemplo, que ha sido recortada en 14 aulas, pese a que el Departamento siga diciendo que la oferta es superior a la que está en funcionamiento actualmente y ocultando que es muy inferior a la oferta el proceso anterior. ¿Con qué criterio se ha subido ratio en unos centros y otros no? Si fuera el de que hubiera vacantes en el entorno ¿cómo podemos garantizar en una zona única que las plazas del entorno son del interés de las familias?”, se cuestionan desde FAPAR.
“El proceso ha estado cargado de ideología política”
El sectarismo ideológico del PP ha ensuciado el proceso de escolarización. “El proceso ha estado cargado de ideología política. ¿Cómo si no se explica el cierre anticipado de aulas en centros públicos, que no se haya cumplido la palabra de la consejera en el último Pleno de Las Cortes de Aragón donde dijo que si había demanda se abrirían y en el Octavus de Utebo, no ha sido así. O el mantenimiento de aulas abiertas sin niños en centros concertados, como en La Salle Franciscanas, o la ampliación de conciertos innecesarios como los tres del ciclo de Infantil en San Miguel de Casetas, con vacantes suficientes en los dos centros públicos del barrio, o la concertación de Santa Ana en Caspe, centro menos solicitado que los dos públicos, donde se derivará a las familias que han elegido centro público, vulnerando su libertad de elección?”, se preguntan desde FAPAR.
“Si algo bueno ha tenido este proceso es que todo es mejorable. Ojalá el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón, tome nota”, concluyen desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón.