La XXXII edición de la Baja Aragón arrancó este viernes en Teruel con la presencia de más de 200 vehículos que participarán hasta el domingo en la prueba.
Los colectivos ecologistas -VoluntaRíos Aragón, Ecologistas en Acción, ANSAR y Amigos de la Tierra Aragón- critican que este año los organizadores de la Baja Aragón "alardean de que van a realizar la prueba por tierras de Teruel más de 200 vehículos, habiendo aumentando la cifra de años anteriores".
Esta concentración de vehículos más los de la organización y espectadores, "en pleno mes de julio con la naturaleza sometida al estrés estival", supone, a juicio de las organizaciones ecologistas, un "impacto ambiental de grandes dimensiones".
Las organizaciones también critican que la Baja Aragón fomenta el "consumo de combustibles fósiles y el despilfarro energético" y provoca "una intensa erosión, causando la destrucción de caminos, vados y de la vegetación natural".
Asimismo, alertan de que la prueba ocasiona "perjuicios a la fauna" tanto "por el peligro de atropello" como de "molestias a las especies residentes, en especial a las que todavía están reproduciéndose" y la carrera es "un factor que aumenta el peligro de incendio".
"La Baja Aragón es una forma violenta, depredadora e irrespetuosa de relacionarse con el entorno. Un factor de contaminación acústica, y de contaminación química del suelo y de los cursos de agua que vadean los vehículos", añaden.
Por ello demandan a ayuntamientos, diputaciones y a la DGA que "ni patrocinen ni financien ni autoricen este tipo de eventos deportivos".