La AV Madalena rechaza “categóricamente” un tercer carril en el Coso bajo

Para la asociación vecinal “es la gota que colma el vaso de la dejadez con la que el Ayuntamiento de Zaragoza trata al barrio”, y considera “una ocurrencia y un delirio” del equipo de gobierno municipal del PP “el planteamiento del concejal de urbanismo, Víctor Serrano, de construir un carril de subida desde el Ebro hasta la plaza de San Miguel”

Foto: Radio Taxi Zaragoa

Hace ahora unos quince años se realizaron las obras que convirtieron a la parte baja del Coso en la zona que hoy en día conocemos, un vial con dos carriles de un único sentido desde la plaza de San Miguel hasta la calle Alonso V, se incorporó el carril bici y se ampliaron las aceras. La Asociación vecinal valoró entonces positivamente la obra del Coso bajo en su conjunto, a pesar de apostar porque el carril bici se hubiera habilitado en la calzada y no en la acera.

Ahora, la Asociación Vecinal Madalena “Calle y Libertad”, considera “una ocurrencia y un delirio por parte del equipo de gobierno municipal el planteamiento hecho la semana pasada por parte del concejal de urbanismo, Víctor Serrano, de construir un carril de subida desde el río hasta la plaza de San Miguel”.

Una nueva obra que, como señalan desde la asociación vecinal “no pretende otra cosa que revertir lo avanzado en su momento. En aquellos tiempos se consideraba, con razón, que la existencia de dos sentidos de circulación y la estrechez de las aceras era una auténtica cicatriz en el barrio de la Madalena y se apostaba por minimizar su efecto en la movilidad peatonal”. Posteriormente, la velocidad en la vía fue limitada a 30 kilómetros por hora “y, no sin reticencias por parte de los servicios técnicos, se consiguió resaltar el paso de peatones que da acceso a la plaza de la Madalena para obligar a los coches a reducir su velocidad”, recuerdan desde la vecinal.

“Estas medidas consiguieron mejorar la seguridad vial en el entorno de los centros escolares, Tenerías y Pedro de Luna, esponjar el barrio y acabar con la cicatriz que suponía la configuración que tenía el Coso bajo permitiendo una relación directa entre las dos zonas que componen el barrio de la Madalena”, y recuerdan también desde la entidad vecinal que “el coste de aquellas obrar ascendieron a casi dos millones y medio de euros”.

Según recalcan desde la Asociación Vecinal Madalena Calle y Libertad “entre las cosas que más molesta, es que al vecindario se les tome por tonto, vendiéndoles la historieta de que estas nuevas obras servirán para mejorar su propia movilidad en transporte público. Es falso, afirman tajantemente, ya que tienen suficientes paradas de autobús tanto en el Coso, sentido Ebro, 8 líneas de autobús urbano más las líneas del CTAZ, como en Don Jaime y San Vicente de Paúl, sentido plazas de España y San Miguel. Lo único que se va a incrementar va a ser el ruido, la contaminación y el caos circulatorio en salidas de aparcamientos y bocacalles y volver a partir el barrio en dos con lo que ello conlleva de asilamiento para algunas zonas”, enfatizan.

También resulta difícil de comprender para la vecinal “que se habilite un nuevo carril circulatorio sin perder acera, a no ser como explica el propio concejal, reduciendo la distancia de seguridad entre el tráfico de personas, patinetes, bicicletas y vehículos motorizados. Una obra que nadie ha pedido y que asciende a casi un millón de euros”, porque esa es otra de las razones del enfado de la asociación “la nula participación vecinal para ser parte de las decisiones de lo que sucede en el lugar en el que viven”.

Así pues, tras quince años y tres millones y medio de euros, el Ayuntamiento de Zaragoza gestionado por PP-Vox “quiere volver a la casilla de salida, convirtiendo el Coso en la única vía de dos sentidos que atraviesa el Casco Histórico, recuperar un modelo de urbanismo que no se lleva a cabo en ninguna ciudad europea y hacerlo en un ejercicio de ordeno y mando sin contar, para una decisión de tanto calado, con las personas a las que va a afectar en su día a día”.

“Es un ejemplo más del trato que recibe este barrio por parte de este, y otros equipos de gobierno. Quizás el concejal deba preocuparse menos de nuestra movilidad y más de la aplicación de la normativa urbanística que impide, o debería, el deterioro de nuestros edificios históricos, ocn multitud de ejemplos en el barrio, el abandono de solares (solares de Coso 182-184, en proceso de acumulación de basura) o la ocupación del espacio público por maquinaría de obras paralizadas (plaza de la Madalena). Y ya de paso, que le ponga interés también al mantenimiento de los centros escolares que hay en el barrio para que no haya que lamentar ninguna tragedia como la que hubiera podido pasar el pasado martes 11 de marzo cuando cayó a la calle Universidad una ventana del instituto Pedro de Luna por falta de mantenimiento”, enfatizan.

Por todo ello, desde la Asociación Vecinal de la Madalena Calle y Libertad, señalan que “esta situación de abierta beligerancia contra el barrio nos lleva a reservarnos la opción de convocar las oportunas movilizaciones”, concluyen.

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