Jaldía Abubakra, es seguramente el rostro más conocido de la diáspora palestina en el Estado español. Nacida en Gaza, se considera vecina de la ocupada Beerseba, la ciudad más importante del desierto del Naqab (Néguev) que sufrió una brutal limpieza étnica durante la Nakba de 1948. Todas las personas nativas árabes fueron desplazadas a la Franja de Gaza, Jaldía sueña con poder volver a su ciudad algún día.
La activista palestina rompe estereotipos con un discurso feminista, anticolonial y revolucionario. Además, es incombustible y es una de las responsables de la buena salud asociativa de la comunidad palestina en el Estado español. Forma parte destacada de Alkarama, una asociación de mujeres palestinas, o de Samidoun, la red internacional de solidaridad con los presos palestinos. Y ha sido una de las impulsoras del ‘Movimiento Ruta Revolucionaria Alternativa Palestina’, conocido como Masar Badil y que trata de tejer una alianza entre distintas asociaciones y colectivos de la diáspora palestina para mantener viva la lucha contra la ocupación colonial y sostener el apoyo a la resistencia. El último encuentro de este movimiento mereció la atención, y la furia, del ministro de Exteriores del estado sionista, que calificó al Estado español como “paraíso del odio” por no prohibir la reunión.
Abubakra visitó Zaragoza a finales de octubre, acompañada de "Laia" componente del colectivo de la juventud palestina Al Yudur, para participar en un acto público organizado por el colectivo Iniciativa por Palestina. Entonces ya tuvimos una conversación que, por cuestiones técnicas, no pudimos ofrecer a los lectores y las lectoras de AraInfo. No es la primera vez que visita Aragón, unos meses atrás participó en un par de charlas en el Alto Aragón. Aprovechamos el impulso de su paso por la capital aragonesa para mantener el contacto y poder ofrecer, ahora sí, una conversación mediante vídeoconferencia.
La conversación arrancó con la defensa del derecho a la resistencia del pueblo palestino, que aunque pudiera parecer algo obvio es negado de forma sistemática cuando se le coloca la etiqueta de "terrorista". Con este juego maniqueo, algunas de las personas que defienden este derecho son perseguidas en mayor o menor medida. De hecho, Vox intenta, Audiencia Nacional española mediante, que Jaldía y a otra activista, Miriam Ojeda, sean condenadas por "enaltecimiento del terrorismo" por invocar este derecho que asiste a todos los pueblos que continúan sufriendo la opresión colonial.
En la entrevista, la activista sostiene con orgullo que más de un año después de la operación ‘Diluvio de Al Aqsa’, y de que Israel desatará el castigo colectivo más brutal que la mente humana pudiera imaginar, con más de 43.000 personas asesinadas oficialmente y claros rasgos de genocidio, la resistencia palestina "sigue en pie".
Abubakra ha sostenido que antes del 7 de octubre de 2023, "el mundo estaba normalizando el sufrimiento del pueblo palestino". Y frente a la criminalización de la resistencia ha afirmado que "el deber de los países para cumplir el derecho internacional debería ser apoyar la resistencia palestina". Jaldía no reclama armas como parte de ese apoyo, sabe que nunca llegarán, pero si que exige la implementación de sanciones, la ruptura de relaciones y un embargo total de armamento hacía el estado colonial israelí.
El encuentro digital, que se extiende a lo largo de cuarenta minutos, también nos ha permitido abordar el futuro inmediato para Palestina. Jaldía, como el conjunto de fuerzas agrupadas en el movimiento Masar Badil y otras entidades palestinas, rechaza de plano la solución de los dos estados. De hecho para nuestra interlocutora la partición de Palestina es la clave para entender el conflicto. En su opinión, la pretensión de crear dos estados es definitiva el intento de justificar y asentar la existencia de una entidad colonial en la Palestina histórica. Jaldía pone el foco en la fatídica decisión de la ONU en 1947, que "sin contar con la población nativa" decide dividir el territorio bajo preceptos coloniales y étnico-religiosos. Para Abubakra, esta es la misma lógica que impulsa los fracasados Acuerdos de Oslo, que significan la creación de una Autoridad Palestina con una clara dependencia del ocupante y que define, sin titubear, como "títere" de la entidad colonial.

La activista palestina, cargada de paciencia, explica que cuando defienden "desmantelar el Estado de Israel, un estado creado por los países europeos, no quiere decir que pretendamos acabar con los judíos, ni que seamos antisemitas. Cuando hablamos de la liberación de palestina del río al mar, hablamos de una palestina libre, donde todas las personas que habitan este territorio lo hagan en igualdad de condiciones y derechos, independientemente de la religión, etnia, del color de piel, del sexo... Esa es la Palestina que queremos. Eso es lo ideal, no la creación de dos estados".
En la conversación también mostramos nuestra curiosidad por conocer algo más de la "hoja de ruta alternativa palestina", la situación creada por el proceso abierto en la Audiencia Nacional española o su opinión sobre la extensión del conflicto a nivel regional. Pero si quieres descubrir las respuestas de Jaldía deberás darle al play y disfrutar de la entrevista.
Más información del genocidio en Palestina en este especial.