Izquierda Unida presentará en el Pleno de las Cortes de este jueves una proposición no de ley con la que reclama al Gobierno de Aragón que se oponga rotundamente a la Samianigo-Marsillón o a cualquier otro trazado de líneas de Alta tensión o autopistas eléctricas por el Pirineo Central. Una demanda que traslada a las Cámara aragonesa a propuesta de la Red de Apoyo Mutuo, que está integrada por numerosas organizaciones medioambientales y ciudadanas y por particulares.
Cabe recordar que esta Red se dirigió al Departamento de Economía, Industria y Empleo para manifestar su oposición rotunda a las líneas de Muy Alta Tensión o autopistas eléctricas (de 400kV) proyectadas para cruzar el territorio de Aragón. Es decir, al proyecto conocido como Samianigo-Marsillón (Francia), así como a la Autopista Eléctrica Peñalba- Arnero-Isona y al posible proyecto denominado Monzón-Cazaril por Red Eléctrica España, que están previstos en la Planificación de la red eléctrica española para el periodo 2015-2020 y posterior. Y en respuesta a las Interconexiones Energéticas Pirenaicas, la Red ha enviado al Gobierno de Aragón numerosos documentos argumentando su firme oposición.
Por su parte, la portavoz de IU en las Cortes, Patricia Luquin, explicará en la sesión plenaria del jueves algunas de las razones que llevan a esta oposición, como las referidas tanto a las afecciones al medio ambiente y a la salud que causarían dichos proyectos, así como el planteamiento de un nuevo modelo energético para el que resultarían innecesarias y altamente costosas como son las proyectadas.
“Estos proyectos son imposiciones que vienen desde Bruselas, que no consulta a las comunidades afectadas, y se hacen sin transparencia y ni independencia en sus estudios”, señala Luquin quien recuerda la Declaración de Capella y el comunicado de Sabiñánigo o el Manifiesto contra la línea de Alta Tensión Samianigo- Marsillón que se ha suscrito por más de mil personas en respuesta a los megaproyectos energéticos transpirenaicos.
En su iniciativa, IU reclama al Gobierno aragonés, además de su oposición a estos proyectos, que apruebe una moratoria a las interconexiones de esas características hasta que se realice un estudio independiente sobre cuáles son las auténticas necesidades, a largo plazo, y se consensue de manera transparente y democrática el modelo energético verdaderamente sostenible y que responda a las necesidades de las personas y generaciones futuras. Y no exclusivamente a los intereses de las grandes corporaciones y estrategias geopolíticas.
“Apostamos por la autosuficiencia energética y, por consiguiente, consideramos que la planificación debe responder al mix energético que se acuerde, debe apostar por el reequilibrio y la vertebración territorial y debe buscar la máxima proximidad entre los centros de producción y el consumo”, explica la diputada quien defiende que las conexiones internacionales siempre sean complementarias al objetivo de la autosuficiencia y en modo alguno contribuyan a la ralentización de las energías renovables, que “son claramente recursos propios y dejan en el territorio el empleo y el valor añadido”.
