Los hechos siempre siguen a las palabras. Cuando el Comité de Seguridad israelí oficializó su nueva fase de invasión y asedio sobre Gaza, algo quedó asegurado: la población palestina del enclave debería de soportar una situación aún más inhumana y cruel que lo ya soportado hasta ahora. Además de decenas de miles de personas asesinadas, el brutal asedio israelí está provocando la generalización de la miseria y el florecimiento de la hambruna. La situación está dejando duras imágenes que recuerdan lo sucedido en los guetos y las ciudades asediadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
La violencia israelí contra la población civil de Gaza se precipita en una escalada constante. Solo en la época más contemporánea han tenido que vivir el bloqueo impuesto por Israel y Egipto desde 2007, siendo denominada en distintas ocasiones como la "cárcel a cielo abierto más grande del mundo". En la práctica el enclave ha sido convertido en un Ghetto donde el ocupante tiene el control total sobre la movilidad, la entrada y salida de mercancías, así como sobre los suministros básicos. Además los ataques militares han sido una constante durante las ultimas décadas. En 2008 se produjeron duros bombardeos en la llamada operación ‘Pilar defensivo’ causando cientos de víctimas. En 2014, 2.000 personas fueron asesinadas en la sangrienta operación ‘Margen protector’. Entre 2018 y 2019, la masiva movilización de desobediencia civil pacífica llamada ‘La marcha del retorno’ fue reprimida militarmente por el Estado israelí causando más de 300 asesinatos y casi 30.000 personas resultaron heridas de distinta consideración. Lo que sucede desde octubre de 2023 es ya indescriptible, alcanzando la dimensión de un genocidio consciente y planificado.
Días sangrientos
El jueves, 15 de mayo, 138 personas fueron asesinadas por un recrudecimiento de los bombardeos sionistas. El viernes, 16 de mayo, se produjeron más de 109 victimas mortales. El sábado, al menos 146 personas murieron por los ataques indiscriminados y el domingo por lo menos otras 107. Este mismo lunes se han contabilizado 136 personas asesinadas. Desde el 15 de mayo hasta el lunes más de 600 personas han perdido la vida bajo las bombas y la violencia indiscriminada israelí. Una macabra y simbólica celebración de la Nakba por parte del ejecutivo de Netanyahu, que también acompañó a la vergonzosa participación israelí en Eurovisión. Mientras se producía la actuación de la representante de la entidad colonial en el concurso televisivo, cientos de personas eran asesinadas.
Desplazamientos masivos e incursión terrestre
En paralelo al brutal recrudecimiento de los bombardeos, la tropas sionistas avanzan sobre el terreno con el objetivo declarado de "limpiar" zonas cada vez más amplias de la franja de Gaza. Bezalel Smotrich, ministro de finanzas israelí, transparenta las intenciones de la potencia colonial: "Estamos destruyendo lo que aún queda de la Franja, simplemente porque todo allí es una gran ciudad del terror". Esta nueva ofensiva ha recibido el nombre de ‘Carros de Gedeón’.
Este lunes, las denominadas ‘Fuerzas de Defensa de Israel’ ordenaron la evacuación completa de la importante ciudad de Khan Younis, así como de las zonas de Beni Suhaila y Abasan en el sur de la Franja de Gaza. En la orden advierten que lanzarán "un ataque sin precedentes" sobre dichas zonas, ya devastadas con anterioridad. La ciudad, la segunda más habitada antes de la agresión militar israelí sostenida desde octubre de 2023, ha sido declarada "zona de guerra" y el ejército sionista trata de forzar el desplazamiento de la población hacia la zona de Mawasi, al oeste junto a la costa.
El hambre como herramienta militar
"Dos millones de personas están muriendo de hambre en Gaza", advirtió este lunes la Organización Mundial de la Salud y la ONU ha señalado que "470.000 personas están en situación de hambruna catastrófica". Desde el comienzo de la agresión indiscriminada contra la Franja de Gaza, los suministros esenciales han sido bloqueados y administrados de forma arbitraria por parte de la ocupación israelí. Alimentos, agua, electricidad, gasoil o medicamentos son usados como una arma más, con un único objetivo: quebrar la voluntad del pueblo palestino.
En este nueva fase, el Estado israelí ha dado una nueva vuelta de tuerca, disponiendo que los nuevos repartos de ayuda humanitaria, cuando se produzcan, se realizarán bajo el control exclusivo de su ejército y en las áreas designadas por el mismo. La estrategia que parece imponer Israel es desplazar de forma rápida, mediante la violencia militar, a grandes cantidades de personas empujándolas paulatinamente hacia el oeste y el sur. Estos desplazamientos se pretenden combinar con repartos controlados en determinadas zonas hacia donde Israel pretende confinar a los y las residentes de Gaza.
En el marco de esta estrategia, el estado colonial ha permitido este martes la entrada de cinco camiones con ayuda humanitaria. La ONU y las ONG que operan sobre el terreno, han denunciado la insuficiencia de esta entrada y la conversión de la ayuda humanitaria en una "arma de guerra". Algunos expertos advierten, como Jesús Núñez ha manifestado este mismo martes en ‘La hora de La 1’ de TVE, que esta estrategia combinada podría conducir a una limpieza étnica definitiva que permitiría a Israel provocar una la salida forzada de la población palestina de Gaza.
Más información del genocidio en Palestina en este especial.
