
Durante este fin de semana se ha presentado en Zaragoza la Red Solidaria Antirrepresiva. En los actos han participado, entre otros, Abogados de la AUSAJ, Asociación de Víctimas del Estado, Asturies en Pie, CGT Barcelona, Cuatro Caminos Cuenca, Madres Contra la Represión, Plataforma Contra la Impunidad del Franquismo, Plataforma Stop Represión La Rioja, Red Solidaria Antirrepresiva, Solidaridad de Clase, la Xarxa Solidària Antirepresiva BCN y Encausados 22M con la presencia de Isma.
Precisamente con Isma, que está a la espera de juicio al igual que Miguel -la otra persona que ingresó en prisión tras su detención en las Marchas por la Dignidad del pasado 22 de marzo-, tuvimos ocasión de compartir unos minutos de conversación tras la charla del viernes. Aprovechando este encuentro publicamos una entrevista a Isma realizada por el periodista Daniel Morgado.
Entrevista.- Un encarcelamiento preventivo injustificable de más de dos meses, una criminalización sin precedentes a su persona desde la UIP, una insultante falta de presunción de inocencia en los medios de comunicación... Estos son solo algunos de las circunstancias con los que tiene que vivir desde el pasado 4 de abril Ismael Nachit, detenido tras la movilización de las Marchas por la Dignidad el pasado 22 de marzo. Ese día, más de un millón y medio de personas de todo el Estado español confluyeron en Madrid en una manifestación que acabó en unos graves enfrentamientos con el cuerpo de antidisturbios.
Daniel Morgado.- La criminalización que están sufriendo muchos jóvenes como Alfonso Fernández o como usted está siendo voraz. ¿A qué cree que se debe esta criminalización a la juventud más consciente y combativa?
Isma.- El Estado actual reprime a la juventud combativa antifascista porque sabe que en un futuro nosotros creceremos, tendremos más cabeza y más experiencia en el ámbito de las luchas sociales. De aquí el hecho de encarcelarnos, criminalizarnos y sancionarnos, para provocar miedo en la gente y que no continúe su lucha. Y, por supuesto, para poder perpetuar su régimen capitalista.
DM.- ¿Qué diría a todas esas personas que quieren luchar por un mundo más justo para la clase obrera y no lo hacen por miedo a represalias como multas astronómicas o directamente a que les encarcelen?
I.- Yo a esas personas les diría que lo último que deben tener es miedo a los cuerpos represores del Estado. Que tomen ejemplo de presos políticos de sus países, que aún estando encarcelados siguen luchando por los derechos de todos nosotros.
DM.- ¿Qué pasó el pasado 22 de marzo? ¿Quién ejerció la violencia: la policía o los manifestantes?
I.- Lo que sucedió esa noche lo presencié muy de cerca. Los cuerpos represores del Estado Español no dejaron terminar el comunicado que finalizaba la movilización y empezaron a cargar indiscriminadamente contra todas las personas, incluso contra ancianos y niños. Ellos sabían que, al ser una manifestación con tal magnitud de participación, sus componentes iban a ejercer la ejemplar autodefensa, y así sucedió. En la televisión no se vió el éxito que supusieron las Marchas por la Dignidad del 22M con una gran participación de la clase obrera protestando contra recortes, privatizaciones e injusticias. Se prefirió criminalizar a los participantes de la manifestación vinculándolos con ETA y otras organizaciones del estilo.
DM.- ¿Cómo, cuándo y dónde ocurrió su detención?
I.- Mi detención sucedió el 4 de abril en mi casa a las 7 de la mañana. Pero antes de ésto, un dispositivo policial de 15 vehículos acudieron a la residencia de ancianos donde yo trabajaba; incluso algunos de ellos vestidos de paisano. Preguntaron por mi a la directora y les dijo que ese día yo libraba, y fueron a mi casa a por mi. Incluso para que los ancianos de la residencia no se asustaran ante tal despliegue policial se les dijo que se estaba rodando una película y que se tranquilizaran. Me detuvieron en mi casa y la policía le dijo a mi abuelo que era un criminal y un terrorista, y me esposaron en la puerta mientras me grababan con una cámara. En todo momento, los miembros de los cuerpos represores estaban con las caras tapadas con bragas, gafas de sol y gorras, y no me dejaron mirarles el rostro para no poder reconocerlos en otros momentos. Debemos recordar que ellos también tienen miedo por así decirlo.
DM.- ¿Qué consecuencias le ha traído la detención y la posterior criminalización por parte de la inmensa mayoría de los medios de comunicación?
I.- La primera consecuencia y más importante es el disgusto que se llevó mi abuela cuando se enteró de la detención. Espero que lo paguen en un futuro. Luego la pérdida de mi puesto de trabajo, claramente. Además me preocupa que no me vuelvan a contratar en otros trabajos por la alarma social que se montó en mi caso y la polémica que se dio a mi identidad atentando contra mi presunción de inocencia desde los medios de comunicación burgueses.
DM.- ¿Cómo se vivió en su casa la detención?
I.- Pues en mi casa más o menos se supo llevar. Mi familia sabía de sobra que yo no era el personaje que pintaban los medios y la policía; que me tildaban de violento, problemático,... Aún sabiendo que tengo 19 años, ningún antecedente penal y un historial delictivo limpio. Esto tiene que quedar claro. Lo peor fue tener que ver a mi familia a través de un cristal una vez a la semana. Eso es algo que se lo deseo a esas personas que nos condenan y criminalizan solo por luchar.
DM.- Hemos podido ver como se creó incluso una plataforma para lograr su absolución y su libertad. ¿Qué se siente al ver a sus amigxs, compañerxs, familiares,... organizarse y luchar por usted?
I.- Desde dentro se siente mucho apoyo, a la par que un gran alivio. Te ayuda a seguir hacia delante en prisión, a no deprimirte,... En definitiva, a saber que no estás solo en tu causa. Opino que es totalmente necesaria una organización de cara a un preso político para poder llevar adelante charlas, debates, manifestaciones, concentraciones, concienciar del caso, hacerlo público, ayudar al preso y a su familia,...
DM.- ¿Cómo se encuentra el proceso judicial y cuáles son los cargos de los que se le acusan?
I.- El juicio calculo que será el año que viene, según me han comentado puede que a finales. Me acusan de desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y un delito de lesiones. Lo que significa una pena de cárcel de 2 años y medio, y por los que he pasado ya 2 meses y medio en prisión preventiva. Ahora mismo estoy en libertad condicional firmando cada 15 días en dependencias policiales. Cabe destacar el montaje policial al que estoy siendo sometido por el Estado sobre todo en el delito de lesiones. Eso es una gran mentira y una manipulación increíble. De hecho los partes policiales hablan de lesiones de cintura hacia abajo, cuando me acusan de unas lesiones con una señal a la altura de la cabeza, el torso,... El motivo de introducir en la acusación este delito era para que yo entrara a prisión porque solo con desórdenes públicos no entras en prisión.
DM.- Su abogado, Ertlanz Ibarrondo Merino, también sufre en sus carnes la criminalización por su trabajo por parte de medios como ABC que le tildan del abogado abertzale. ¿Cómo le definiría?
I.- Podrán manipular los medios de comunicación diciendo lo que quieran, pero Ertlanz es un abogado muy serio que hace un gran trabajo. Es un profesional, un experto en política y en asuntos cercanos a la represión en el Estado Español. Es de mucha confianza y a parte de abogado, por supuesto, es amigo. Es muy recomendable para todas aquellas personas que sufran la represión en sus carnes.
DM.- Para aquellas personas que solo conocen esa imagen de terrorista que dieron desde la policía y gran parte de los medios de comunicación: ¿Cómo es Ismael?
I.- Me considero un chico muy normal. Soy un luchador anarquista con conciencia de clase. Un joven proletario que lo único que busca es una sociedad igualitaria al margen del fascismo y del capital.
DM.- ¿Cómo le gustaría finalizar esta entrevista?
I.- Darte las gracias en primer lugar a ti por tu atención y decir a todo el mundo que se anden con mucho cuidado porque van a por nosotros, a por el pueblo. Podrán sancionarnos, humillarnos, pegarnos, encarcelarnos,...pero nuestra forma de pensar es algo que nunca podrán cambiar. Yo seguiré luchando contra el Estado Español que es un Estado fascista, capitalista y opresor, y como nos encontramos en estas circunstancias no podemos ceder desde la juventud consciente y combativa. Que viva la lucha de la clase obrera y de los trabajadores.
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