Intersindical se concentra contra el despido de una trabajadora de Balay

Intersindical de Aragón informa del reciente despido de Balay de una compañera de su sindicato. Según denuncian, el despedido se ha producido "por estar enferma". Este viernes, a las 10.45 horas, la trabajadora tiene cita en el SAMA para el acto de conciliación. Desde el sindicato llaman a la solidaridad.

Imagen de archivo de una concentración de la plantilla de Balay.
Imagen de archivo de una concentración de la plantilla de Balay.
Imagen de archivo de una concentración de la plantilla de Balay.

Intersindical de Aragón informa del reciente despido de Balay de una compañera de su sindicato. Según denuncian, el despedido se ha producido "por estar enferma".

En este sentido, Intersindical sostiene que la enfermedad es "consecuencia del trabajo en cadena de la planta de producción".

Este viernes, a las 10.45 horas, la trabajadora tiene cita en el SAMA para el acto de conciliación. Desde el sindicato llaman a la solidaridad acudiendo a las puertas del SAMA (edificio AIDA) en Zaragoza para arropar a la trabajadora.

La trabajadora ha difundido una carta donde explica su caso, que reproducimos integramente:

Llevo desde el 2005 teniendo bastantes problemas esqueleto-musculares, pero en estos cinco últimos años se me han agravado mucho, hasta que en el año 2012 me diagnosticaron Fibromialgia. Durante este tiempo no he encontrado ningún apoyo por parte del servicio médico de mi empresa ni de mis encargados.

Voy a contar algún caso para que os hagáis una idea de la forma de actuar de la empresa, no sé si por mala fe, por desconocimiento o por desidia. Cuando en agosto 2011 me comunico el reumatólogo que además de no sobrecargar los brazos tampoco debía permanecer mucho rato de pie, lo puse en conocimiento del servicio médico y les dejé los informes. Para mi sorpresa la solución fue el cambio de un puesto en donde cogía mucho peso, a otro, dónde levantaba más de 400 kg diarios repartidos en multitud de cajas de 12 Kg y por supuesto seguía en bipedestación toda la jornada. Pase unos meses malísimos, si me encontraba mal, aun empeoré más.

En otra ocasión, en una de tantas veces que me reincorpore a trabajar, a los cuarenta minutos mi encargado ya me llamo la atención, en ese momento le dije que no conocía la operación ni tenía la destreza necesaria y me pusieron ayuda. Cuando a los dos días me volvió a llamar la atención le comente que estaba tomando una medicación bastante fuerte que entre sus efectos secundarios se encontraban la somnolencia diurna y falta de coordinación, como siempre en el servicio médico había dejado los informes con estos detalles. Al poco tiempo me cambiaron la medicación por una un poco más suave. Casi logre coger el ritmo requerido por la cadena, en los modelos de menor saturación era capaz de hacer correctamente la operación, y en los que el ritmo era más elevado necesitaba ayuda. Si estos modelos duraban varias horas, tenía que permanecer mucho rato de pie con el consiguiente sobresfuerzo, volvía a casa con la espalda contracturada. Y el resultado era que tenía que tomar otra vez medicación y que tenía que dedicar todo el fin de semana a hacer reposo. Cuando la crisis de dolor era muy fuerte me veía obligada a estar de baja varios meses para volver a recuperarme completamente.

Estos casos no han sido aislados y podría contar varios más. He perdido la cuenta de las visitas al médico de la empresa y de las veces que me ha mandado a casa, aun así nunca me mandaron a la mutua. Mi única solución era ir a mi médica de cabecera y normalmente viendo en el lamentable estado que me encontraba me daba la baja para recuperarme. Mi médica hace tiempo que consideraba que mis problemas físicos se agravaban debido a mi trabajo y que deberían hacerme un estudio en la mutua. Esta situación no es nada agradable ya que a parte de la nada aconsejable medicación que tengo que tomar también me supone un gran esfuerzo económico ya que debo acudir a un fisioterapeuta privado entre 2 y 4 veces al mes.

En septiembre 2014 se me diagnostico Artritis Reumatoide y Sjogren, me pusieron una medicación adecuada o por lo menos que he tolerado mejor, he empezado a entender muchas de las cosas que me han pasado en estos últimos años, pues a veces hasta dudaba de mi misma y he llegado a pensar que estaba mal de la cabeza. Empecé con los ejercicios recomendados por los especialistas. Por fin empezaba a recuperar fuerzas y movilidad pero sobre todo confianza y ganas las ganas de hacer cosas. Viendo que me encontraba mejor decidí volver a mi vida normal y volver a trabajar, así que pedí en mi empresa una reunión con prevención de riesgos laborales para que volvieran a estudiar mi caso y si era procedente reubicarme en otro puesto. Hicieron un estudio y me cambiaron de puesto pero al cuarto día de trabajo me despidieron aplicándome el artículo 52 del estatuto de los trabajadores

Ya no sé qué pensar, creo que tanto llevar informes médicos para lo único que han servido es para utilizarlos en mi contra, acosarme y finalmente conseguir que me fuera, a ser posible por la puerta de atrás y sin hacer mucho ruido y como no lo han conseguido han optado por esta medida drástica.

Realmente lo único que he pedido durante este tiempo ha sido poder trabajar en un puesto que sea compatible a mis problemas físicos y que no afecte ni tenga consecuencias negativas en mi vida no laboral, nunca he pedido un puesto a la carta. Creo que pese a mis dolencias soy totalmente válida para desarrollar un trabajo y más en una empresa que cuenta con más de mil empleados.

Lo más triste es que trabajaba para una multinacional que se gasta millones de euros en anuncios en los que presumen de humanidad.

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