Inaugurado el monolito homenaje a la Bolsa de Bielsa

El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, ha inaugurado la instalación en la entrada sur del túnel internacional con ocasión del 80º aniversario de la salida a Francia de las tropas republicanas y el éxodo masivo de la población durante la Guerra Civil

El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, ha inaugurado este miércoles el Memorial de la Bolsa de Bielsa, un reducto del ejército republicano durante la Guerra Civil que, a pesar de su aislamiento, resistió durante dos meses el avance de las tropas franquistas hasta que cerca de 6.000 vecinos y vecinas del valle tuvieron que huir a Francia por el Puerto Viejo ante el ataque de los bombarderos alemanes e italianos, con un fuego masivo en todas las poblaciones y en particular a Bielsa, que quedó completamente arrasada. Se trata del primero de una serie de Lugares de Memoria que se van a instalar en Aragón.

Guillén ha estado acompañado por el director general de Relaciones Institucionales y Desarrollo Estatutario, Julio Embid, y también han participado representantes del Ayuntamiento de Bielsa, el presidente de la comarca del Sobrarbe, Enrique Campo, y el diputado oscense Ramón Laplana. El consejero ha resaltado que el recuerdo y la reparación del sufrimiento no es sólo del pasado, sino también presente y futuro a través de la educación, como mejor garantía para no repetir los horrores de la guerra.

El Monolito del Escape de la Bolsa de Bielsa es el punto de arranque de la ruta seguida por las tropas y la población civil en su huida a Francia en 1938 a través del Puerto Viejo, cuyo tramo aragonés se encuentra señalizado. El Gobierno de Aragón está en contacto con las autoridades francesas para instalar otro memorial similar al final de esta ruta, en la cara norte. El inaugurado este miércoles es precursor de una serie de Lugares de Memoria que se van a poner en marcha con la Ley de Memoria Democrática de Aragón, cuyo proyecto se encuentra en la fase final de tramitación en las Cortes de Aragón y se espera que se pueda aprobar a la vuelta del verano.

Los artículos 16 y 17 del Proyecto de Ley de Memoria Democrática de Aragón establecen la creación de los llamados Lugares y Rutas de Memoria. Un lugar de memoria es: “aquel espacio, construcción o elemento inmueble cuyo significado histórico sea relevante para la explicación del pasado de Aragón en términos de participación, defensa y lucha a favor de la democracia frente a la intolerancia y la dictadura en el marco histórico de la Segunda República, la Guerra Civil y la dictadura franquista".

"Estos espacios podrán incluir ateneos, escuelas, centros sociales y culturales vinculados con la sociabilidad y la cultura republicanas, así como, en relación con la guerra y la dictadura franquista, obras de fortificación, vestigios de combates, fosas, lugares de detención e internamiento, obras realizadas con trabajos forzados, espacios de acción guerrillera antifranquista, y cualquier otro tipo de espacio significativo o conmemorativo”.

El Memorial de la Bolsa de Bielsa repasa de forma didáctica los principales acontecimientos históricos desde que, tras la toma de Teruel, Franco lanzara una ofensiva por todo Aragón en 1938 y la 43ª División del Ejército republicano quedara aislada en el norte del Sobrarbe con apenas 8.000 hombres deficientemente armados, con escasas municiones y muy pocos suministros, haciendo frente a un enemigo que prácticamente les doblaba en número y contaba con un material muy superior.

Cuando Balbastro cae frente a las tropas franquistas, la 43 División queda aislada del Ejército republicano y se repliega hasta L’Aínsa, siebdo nombrado jefe de la misma el teniente coronel Antonio Beltrán, “L’Esquinazau”, estableciendo poco después el mando en Bielsa.

Nacido en Canfranc en 1897, "L’Esquinazau" luchó siendo adolescente junto a Pancho Villa en México. Después se alistó en el ejército estadounidense que luchó en Francia en la I Guerra Mundial ganando una medalla al valor. Volvería a Canfranc y se dedicaría al contrabando en la frontera. Participaría en la “Sublevación Republicana” de Chaca en 1930 junto a Fermín Galán y Ángel García y ya durante la Guerra Civil dirigía la milicia republicana “Cinco Villas”, que se convertiría después en la 130ª Brigada Mixta.

Él fue quien tras dos meses de combates ordenó la retirada hacia la frontera con Francia por el Puerto Viejo que está sobre el actual túnel de Bielsa. Tras la Guerra Civil pasaría al exilio en la antigua URSS, luego a Francia, donde lucharía con la Resistencia, y por último a América Latina, falleciendo en México en 1960.

Pero, más allá de la figura de su jefe militar, los grandes protagonistas de la Bolsa de Bielsa son, como destaca el Monolito, una multitud belsetanos y belsetanas anónimas, cuyo conocimiento del terreno fue la clave para la evacuación ordenada de tal número de personas de todas edades y condiciones, que huyeron prácticamente con lo puesto a través de un duro puerto de montaña todavía nevado a esas alturas.

La Bolsa de Bielsa constituye por una parte un ejemplo de organización de la sociedad civil y, por otra, ejemplo de lealtad a los valores democráticos y de valor en la defensa de los mismos por parte de las tropas republicanas. Primero al optar por hacerse fuertes en Bielsa y resistir a pesar de la precariedad en que se encontraban en vez de retirarse a Francia desde el primer momento. Y una vez llegados al otro lado de la frontera, donde acogieron a todas las víctimas, del conflicto, regresando la gran mayoría de los militares inmediatamente a la zona republicana a través de Catalunya.

El Gobierno de la República Francesa organizó un referéndum entre los soldados, en el que se les permitía escoger entre regresar a territorio republicano o pasarse a territorio sublevado. Sólo 411 soldados, acompañados de 5 enfermeras, escogieron la segunda opción cruzando por Irun, mientras que 6.889 soldados pasaron a Catalunya, pasando la frontera por Portbou. En Barcelona fueron recibidos como héroes, se reorganizaron sus unidades y se incorporaron al frente de nuevo en agosto a la Batalla del Ebro.

En definitiva, como apunta el Memorial y ha recordado el consejero Vicente Guillén, la Bolsa de Bielsa constituye una lección que no se debe olvidar para la educación en la tolerancia y el respeto frente a la exclusión y la violencia.

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