El Fénix viajaba a Hospitalet sabiendo que el partido era tan importante como complicado. Tras unos buenas jornadas sin demasiada recompensa en la tabla clasificatoria, el Fénix necesitaba una victoria urgente para engancharse al grupo de mitad de tabla o quedarse en el vagón de cola. Una primera parte espectacular, con un Romain como director de orquesta de un equipo concentrado y sin errores, fueron la base del triunfo. La segunda, con un Hospi que salió mentalizado de la remontada, tuvo momentos de gran intensidad defensiva.
El partido comenzó con dominio territorial del Hospi que el Fénix se sacudió sin problemas ofreciendo una contraoferta de solidez en la conquista. Las touches tanto propias como contrarias eran visitantes, con un gran Diego Alonso que dominó el espacio aéreo. La melée funcionó bien y el Hospi no ganaba, cuando lo hacía, sus balones con comodidad. Una buena presión en la tres cuartos terminaba provocando errores de manos en los locales. Poco a poco y con esas premisas, el Fénix se fue adueñando del partido. Así, en el minuto 15, Romain ensayaba y transformaba su propio ensayo.
El Fénix siguió dominando y los golpes del Hospi le proporcionaban tres golpes de castigo, todos transformados por el tercera línea de Oloron Saint Marie, ante la ausencia del apertura Cris Rey. El Fénix jugaba cómodo, mucho más de lo esperado, y ponía un 0-16 en el marcador que, considerando la ejemplar historia del equipo catalán en el combate, no era ni mucho menos definitivo. Karmelo Elorriaga, que recuperaba su puesto de apertura esta temporada, hizo un gran esfuerzo al jugar una gran parte del encuentro lesionado y mantener un gran tono defensivo y de dirección de juego, ayudado por el pequeño gran Pierre Marcadet.
La segunda parte comenzó con un error en una toma de decisión que llevó al Fénix a sufrir el acoso y derribo de un espoleado Hospitalet. Durante diez minutos el peligro rondó la zona de marca zaragozana pero a veces el acierto defensivo y a veces los errores del Hospi mantuvieron el electrónico inmutable. De nuevo el Fénix se lanzó arriba. De nuevo la precipitación y la falta de sangre fía, o el exceso de sangre caliente, llevó al único equipo de Aragón en categoría nacional a “perdonar” tres puntos por un golpe de castigo a cambio de jugar rápido. El cambio no resultó, aunque en la siguiente jugada, un pase a nadie de la tres cuartos del Hospitalet, lo aprovechó Pierre Huc para poner, tras la transformación de Romain, el 0-23 en el marcador.
Lejos de aplacar las ínfulas de los del Llobregat, todavía los espoleó más y salieron a vender cara su derrota. Como debe de ser y como hace un Club que se precie de estar entre los grandes. Y el Hospi siempre lo ha sido. El último cuarto del partido fue un suplicio para el Fénix que acudía con un buen 15 titular, pero con muchas bajas para aguantar semejante “arreón” final del Hospi. Tres ensayos encajó en veinte minutos y casi termina pidiendo la hora. Hasta cuatro sub 19 presentaba el Fénix en la convocatoria y todos entraron al campo en esos fatídicos minutos, pero todos cumplieron con su papel y dieron una importante victoria al equipo y al Club.
