IAJ e IAM ponen en marcha un proyecto piloto de asesoría para jóvenes víctimas de delitos sexuales

El servicio estará operativo de lunes a domingo de 9.00 a 21.00 horas, y busca “proporcionar apoyo emocional a las personas afectadas y terapia, y acompañamiento a comisaría, juzgado y otros trámites en caso necesario”. Se prestará hasta final de año con previsión de continuar con el servicio en 2021.

María Jesús Portillo, Adrián Gimeno, y María Goikoetxea

El Instituto Aragonés de la Juventud -IAJ- presenta un nuevo servicio de asesoramiento para chicas jóvenes de entre 14 y 30 años que hayan sido o estén siendo víctimas de abusos sexuales. Las estadísticas reflejan un aumento de los casos de violencia sexual y una rebaja en la edad media tanto de los agresores (el 38% son menores) como de sus víctimas. El Instituto Aragonés de la Mujer -IAM- ha registrado 78 denuncias de agresión sexual en Aragón desde enero a septiembre de 2019, 19 de ellas se produjeron en agosto, siendo uno de los índices más altos registrados.

Ante esta realidad en la que las jóvenes están desprotegidas y tienen tendencia a silenciar lo que les está ocurriendo, el Instituto Aragonés de la Juventud, junto al Instituto Aragonés de la Mujer y, canalizando la atención a través de la asociación profesional CAVIAS, buscan crear una asesoría que sea eficaz en la detección y el proceso de acompañamiento a las jóvenes que se vean inmersas en estas situaciones. El servicio, financiado a través del Pacto de Estado contra la Violencia de Género con un presupuesto de 5.100 euros, ha sido presentado esta mañana en el IAJ y en el acto el director gerente del Instituto, Adrián Gimeno, ha subrayado que “este servicio nace con vocación de permanencia con el objetivo de actuar de manera inmediata y personalizada ante jóvenes que hayan o estén sufriendo cualquier tipo de delito sexual. La administración va a acompañar durante todo el proceso y tiempo que sea necesario”.

Por su parte, la directora del IAM, María Goikoetxea, ha calificado de “necesaria e imprescindible” esta colaboración. “La juventud es el futuro de la sociedad y hay que ofrecerles las herramientas necesarias para que puedan crecer en libertad y garantizar el acceso a los recursos públicos”, ha proseguido Goikoetxea, para quien este tipo de servicios sirven para “acercar recursos a los jóvenes, para que puedan tener un acceso directo a sus necesidades y que sobre todo no se sientan solos”.

En principio, la atención psicológica se realizará en la sede de CAVIAS, Centro de Asistencia a Víctimas de Delitos Sexuales, en la calle Alfonso I número 32 de Zaragoza, con la posibilidad de deslocalizar el servicio a las sedes del IAJ en las diferentes comarcas en caso de ampliación del proyecto en 2021, si esta experiencia resulta productiva. Las psicólogas de la asociación garantizan un servicio profesional de orientación, ayuda e intervención de carácter confidencial, personalizado, urgente y gratuito. Para acceder al servicio se puede contactar telefónicamente en uno de estos números: 976 200 685, 600 205 680, ó 616 289 412, o enviar un correo a info@cavias.es, o también rellenando el formulario de esta página web. La atención telefónica estará disponible de lunes a domingo de 9.00 a 21.00 horas y se concertarán citas presenciales mediante solicitud previa, albergando también la posibilidad de efectuar acompañamiento a sede policial, judicial, centros sanitarios o a otros servicios necesarios si así lo manifiesta la víctima.

La asesoría está abierta tanto a las propias víctimas como a todas aquellas personas (familiares, gente de su entorno, orientadoras, profesoras, etc.) que sean conocedoras de que una joven está padeciendo una situación de delito sexual. De hecho, una parte importante de las atenciones que se han realizado desde el 1 de noviembre, cuando se puso en marcha el servicio, es orientar a profesionales de distintos ámbitos (formativo, sanitario, jurídico, servicios sociales) para que sepan reaccionar ante la revelación de posibles casos y eduquen en la prevención y realicen un correcto abordaje sin que se produzca una nueva revictimización.

Esta misma labor, pero hacia los jóvenes, tienen los talleres impartidos desde 2016 por el Instituto Aragonés de la Juventud y el Instituto Aragonés de la Mujer, mediante los cuales se pretenden fomentar la postura de rechazo activo ante las violencias e inculcar los valores de igualdad, respeto y tolerancia. Según cuenta el propio director gerente del IAJ, Adrián Gimeno, “es de estos talleres de donde surge la idea de iniciar una asesoría especializada. Nos dimos cuenta de que, cada vez que organizábamos una actividad o taller vinculado a la prevención de la violencia sexual, siempre había cierto número de jóvenes que se acercaban posteriormente a hablar con las psicólogas que lo impartían. O bien habían sido víctimas, o bien habían sido testigos, pero en todo caso habían callado por miedo o porque no eran del todo conscientes de que se estuviera produciendo un delito. Y eso nos llevó a replantearnos la necesidad de establecer una asesoría de atención a delitos sexuales destinada a mujeres de entre 14 y 30 años de nuestra comunidad autónoma para abordar de forma integral este problema”, ha declarado Gimeno.

La colaboración entre IAJ e IAM abarca diversas actividades y proyectos en los últimos años, desde la convocatoria del Concurso de Microrrelatos contra la violencia de género “Jóvenes con mucho que contar”, pasando por el taller “Deconstruyendo el sexismo” de fomento de la tolerancia y diversas exposiciones. En concreto, desde 2017, se han impartido 223 talleres que han llegado a 5.000 jóvenes y más de 200 profesionales.

Ayuda integral para garantizar el respeto y la dignidad de las víctimas

El servicio que se ha presentado y que quiere funcionar como programa piloto hasta final de año, busca:

  • Atender de forma inmediata y personalizada las dudas y necesidades de las jóvenes que se vean envueltas en situaciones en las que no saben discernir si lo que les está ocurriendo es constitutivo de delito, así como darles el apoyo necesario.
  • Detectar necesidades, carencias, recursos propios y externos de la víctima y animarle a la búsqueda proactiva de soluciones. Ayudarle a comunicar de forma eficaz la conducta sexual delictiva y ofrecer intervención psicológica para paliar los efectos negativos de la misma, así como prevenir la victimización secundaria.
  • Facilitar información sobre procedimientos como interposición de denuncias, exploración forense, orden de alejamiento, etc.
  • Orientar sobre recursos jurídicos, sanitarios, sociales, etc., disponibles y, si es necesario, ayudarles en la tramitación.
  • Acompañamiento psico-emocional durante todo el proceso y coordinación con profesionales implicados en el caso (abogados, operadores jurídicos, cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, educadores…), asegurando la atención integral y la no duplicidad de servicios.
  • Seguimiento y evaluación de los resultados.

Desde la asociación CAVIAS señalan que “durante todo el proceso se garantiza que las víctimas sean atendidas con respeto y dignidad y salvaguardando siempre la confidencialidad del proceso y su intimidad”. El perfil de víctima es el de una chica joven forzada por alguno de sus amigos o personas de su entorno, que no se atreven a decir no o que, aun habiéndolo dicho, los agresores no respetan sus límites. “Resulta muy llamativa la carencia de educación afectivo-sexual en nuestros jóvenes, la mayoría de sus conocimientos en materia sexual provienen del temprano, frecuente y amplio visionado de la pornografía”, señala la psicóloga de CAVIAS, María Jesús Portillo. “En algunos casos, no en todos, -continúa- existe un pronóstico previo de vulnerabilidad, con entornos familiares complicados, historial de adicciones, discapacidad, pertenecientes a clases sociales desfavorecidas, que están inmersas en frecuentes conductas de riesgo, o bien pueden pertenecer a entornos muy normalizados”.

Algunos de los testimonios más comunes con los que se encuentran las psicólogas de CAVIAS son estos: “Este fin de semana me han agredido sexualmente, no sé qué hacer, si denunciar o no. Creo que me emborraché y por eso tengo la culpa. Nadie me va a creer”, “Soy orientadora de un instituto y una alumna me acaba de contar lo que a nivel sexual le están haciendo unos compañeros del centro a los que no está dispuesta a delatar”, “Mi pareja me obliga a hacer cosas sexuales que no me gustan, pero si no lo hago amenaza con dejarme”, “Han divulgado fotos mías sin mi consentimiento”, “La pareja de mi madre tiene conductas sexuales hacia mí que no me gustan y no sé cómo cortarlas”, “Me envían contenidos sexuales a través del ordenador y me chantajean para que haga lo mismo” o “He cortado con mi novia y después de tener relaciones sexuales consentidas ahora va diciendo que soy un violador”.

El efecto potenciador de las redes sociales

A esto se suma que el auge de las redes sociales y el incremento de su uso por personas cada vez más jóvenes hace que estén más expuestas ante extorsionadores y pederastas. En numerosas ocasiones también se dan casos de abusos en la infancia que no salen a la luz hasta que la persona es mayor de edad porque en muchos casos el agresor pertenece a su círculo familiar.

Desde que se puso en marcha el servicio, a principios de mes, se ha atendido a 15 jóvenes. De estos casos, 7 se correspondían con agresión sexual y 8 con abuso sexual. Respecto al rango de edad, el más destacado es el de 18 a 22 años, que congrega 6 denuncias. Sin embargo, le sigue muy de cerca el rango de 14 a 16 años, que registra 5 denuncias, lo que viene a sustentar la teoría de que cada vez las víctimas son más jóvenes. En los grupos de edad de 16 a 18 años y de 22 a 30 se han producido, por el momento, un total de 4 denuncias. De acuerdo a la procedencia de las personas que han solicitado ayuda, estas pertenecen a Zaragoza (9), comarcas del norte (3), comarcas centrales (1), Teruel (1) y comarcas del sur (2).

Además, durante este tiempo, se han realizado, por vía telefónica, dos intervenciones en situaciones de crisis, cuatro atenciones de apoyo a familias, cuatro atenciones informativas, quince asesorías de orientación para profesionales y tres seguimientos. De forma presencial, se ha atendido a once víctimas directas, tres familias y una institución (orientación) y se han efectuado cuatro acompañamientos a sede judicial.

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