Corren tiempos extraños para todes. También en lo económico, y también para nosotras, pero gracias al éxito de nuestra pasada campaña de suscripción podremos subsistir los próximos meses y continuar nuestra labor periodística, en estos días orientada a la información de ‘servicio público’ y, como siempre, hacia el bien común, con espíritu crítico y combatiendo el alarmismo.
Tras estas primeras semanas de estado de alarma y confinamiento domiciliario forzoso por la crisis sanitaria global causada por el COVID-19 desde AraInfo, como primer balance, solo podemos decir: gracias y ánimo! Gracias a toda la ciudadanía por su extraordinario sentido cívico, gracias también por las innumerables iniciativas solidarias, gracias a todas las trabajadoras y trabajadores de todos los sectores que mantienen viva a la sociedad: sanitarias, cuidadoras, cajeras, maestras, limpiadoras, transportistas, agricultoras, basureras…
Y mucho ánimo. Para todes nosotres. Porque cuando escampe, que lo hará, necesitaremos mucho ánimo para reconstruir nuestras vidas, social, afectiva, y económicamente. Pero también necesitaremos mucho ánimo, y toda nuestra rasmia posible para dejar los aplausos y las cacerolas en nuestros balcones y salir a las calles a exigir que nunca más se cuestionen ni recorten los servicios públicos, que nunca más se cuestione la enorme necesidad de invertir en sanidad, en educación, o en servicios sociales. Cuando escampe debemos tomar las calles y exigir a quienes gobiernan que pongan siempre la vida por delante del dinero.
¿Y entonces? ¿qué porqué mezclamos en esta editorial la vida con la economía? Por varias razones: la primera por ser conscientes que con el actual sistema económico no hay vida sin soporte económico vital. La segunda para aprovechar, y una vez más, agradecer especialmente su esfuerzo a nuestras suscriptoras. Gracias a ellas y al puñado de anunciantes comprometidos con AraInfo -casualmente del sector de la Economía Social y Solidaria- podemos confirmaros que ni cerramos, ni despedimos, ni haremos ERTE.
Sin embargo, no todos los medios de comunicación somos iguales. Mientras nosotras aguantamos el chaparrón sin chubasquero, las grandes empresas de comunicación despiden a sus trabajadoras, ejecutan ERTEs a costa del erario público, o recortan en salarios y en prestaciones sociales. Basta recordar la sonrojante petición de socorro realizada por el dueño del Grupo Henneo -Heraldo de Aragón, 20 Minutos, Aragón TV-, que tras recibir millones de euros públicos en subvenciones y en publicidad institucional, reclama -más- ayuda pública ¿la usarán para pagar las indemnizaciones por despido?
En AraInfo tenemos claro que solo el pueblo salva al pueblo. Y nosotras nos sentimos pueblo antes que nada, esa parte del pueblo dedicada al periodismo pegado a los problemas de la gente, a proponer debates, y quizá soluciones. Pero nada está garantizado, necesitamos ahora y siempre vuestro apoyo para seguir ejerciendo nuestra profesión con dignidad y sin deber favores a los poderosos. Tu suscripción es la única herramienta para no depender en exclusiva de los vaivenes de la publicidad, y nos faltan unas decenas para alcanzar el objetivo.
Como última explicación del porqué de esta editorial, pero siendo conscientes de que ha sido el desencadenante principal, tenemos la declaración de las asociaciones profesionales de periodismo en Aragón reclamando “ayuda a la Administración”.