Gaza arde. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacan con mano dura la infraestructura terrorista, y sus soldados luchan con valentía para crear las condiciones necesarias para la liberación de los rehenes y la derrota de Hamás. No cederemos hasta que la misión se complete, así sin ningún rubor se expresó Israel Katz, el ministro de Defensa del estado sionista, en su perfil oficial en la red social ‘X’.
En la noche de este lunes al martes los ataques del ejército israelí han sido indiscriminados. Bombardeos mediante aviación, drones y artillería han sacudido la capital del enclave palestino, derribando los pocos edificios de cierta altura que aún quedan en pie. Al menos 41 personas habrían sido asesinadas en estas últimas horas bajo las bombas del estado colonial la inmensa mayoría en la propia ciudad de Gaza, en todo caso su número real aún es indeterminado ante las dificultades para rescatar cuerpos y recopilar información en medio de los ataques. Los reportes desde Gaza trasladan de que siete campos de refugiados estarían siendo afectados por la agresión israelí sobre la capital.
Fuentes sobre el terreno han advertido la presencia de un gran número de blindados del ejército israelí, aunque las informaciones no son claras respecto al alcance de su entrada. En todo caso la fuerza militar israelí dijo encontrarse en el inicio de su ofensiva terrestre para intentar tomar el control total de la ciudad. Una avance que sería "gradual y por etapas". Es de esperar que lo hagan lentamente conforme avanza la destrucción total de cualquier tipo de infraestructura, evitando el contacto directo con los focos de la resistencia palestina que aún puedan sostenerse en la ciudad.
Limpieza étnica y genocidio
Con una estrategia ya repetida, el Estado israelí lanzo octavillas y avisos a la población civil ordenando su desplazamiento forzoso fuera de la ciudad. Aunque es complejo de corroborar, se calcula que entre los escombros de la ciudad podían estar residiendo, antes de esta nueva ofensiva, alrededor de un millón de personas. Según el ejército israelí, aún quedarían más de 600.000 residentes en la capital. En todo caso el desplazamiento ha sido masivo, las colas de vehículos y personas andando en dirección al sur de la franja han reflejado la crudeza de este nuevo episodio de limpieza étnica.
Una comisión independiente de investigación de la ONU ha reiterado en sus resultados publicados este martes que el "Estado israelí ha cometido genocidio contra los palestinos en Gaza". Navi Pillay, directora de está comisión y que presidió el Tribunal Penal Internacional creado a raíz del genocidio en Ruanda, explicó que el informe refleja que "las autoridades israelíes y las fuerzas de seguridad israelíes cometieron cuatro de los cinco actos genocidas".
"Es evidente que existe la intención de destruir a los palestinos en Gaza mediante actos que cumplen los criterios establecidos en la Convención sobre el Genocidio", advirtió Pillay. Señaló que toda "la responsabilidad recae en el Estado de Israel", apuntando que Benjamín Netanyahu y otros integrantes de su gobierno han "incitado al genocidio" y que ninguna estructura de la entidad sionista "ha tomado medidas para prevenirlo".
Las cifras oficiales hablan de casi 65.000 personas asesinadas, entre ellas más de 19.000 niños y niñas. Unas cifras que podrían ser mucho mayores ante la existencia de un número indeterminado de personas desaparecidas.
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