Finalizan los trabajos en el cementerio de Farasdués con el hallazgo de tres víctimas de la represión fascista

En esta campaña lo esperado era localizar más fosas, con hasta una veintena de cuerpos, si no más. Desgraciadamente, se ha llegado tarde, es probable que tumbas de décadas posteriores se localicen donde en su día estuvieron esas fosas, imposibilitando ya su recuperación.

Farasdues Uncastillo
Exhumación en Farasdués. Foto: Javier Ruiz

Este miércoles, 15 de septiembre, finalizaron las labores arqueológicas de localización y exhumación de nuevas fosas comunes de víctimas civiles de la represión franquista en el cementerio de Farasdués (Exeya).

Entre el 25 de agosto y diciembre de 1936 fueron asesinadas unas 50 personas en Farasdués por las escuadras que ejercían la represión en las Cinco Villas, conocida como la Asturias aragonesa. Al menos unas 40 víctimas, organizadas en cuatro grandes sacas de presos procedentes de la prisión de partido de Exeya, fueron asesinadas en apenas un mes, entre el 31 de agosto y el 23 de septiembre de 1936.

Ya a finales del año 2020 se llevó a cabo una primera campaña de exhumaciones en la que se localizaron y exhumaron dos fosas comunes con un total de 18 víctimas. La primera de ellas albergaba los cuerpos de diez mujeres de Uncastillo asesinadas por falangistas el 31 de agosto de 1936. La segunda contenía los restos de un grupo de hombres asesinados el 8 de septiembre de 1936, que se hallaban presos en la cárcel de partido de Exeya.

“Como decimos, las víctimas no sólo procedían de Uncastillo. Más de una treintena de cincovilleses vecinos de Asín, Ardisa, Erla, Ejea, Biota, Castiliscar, Luna, Lacorvilla, Sádaba y el propio Farasdués, además de tres pastores navarros, acabaron sus días bajo las balas de los pelotones de ejecución en Farasdués, siendo enterrados en fosas clandestinas en el cementerio de la localidad”, explican desde CHAMA y Charata.

Farasdués
Uno de los restos encontrados. Foto: Javier Ruiz.

La campaña de exhumación de 2021

El 31 de agosto se localizaron las primeras evidencias de una nueva fosa común con dos cuerpos. Probablemente correspondan a dos hombres de 32 y 52 años asesinados en Farasdués el 25 de agosto de 1936 cuyos nombres se desconocen.

Con casi total seguridad procedían de algún pueblo cincovillés próximo, pues no parece que pasaran por la cárcel de Exeya. En este sentido, el equipo responsable de los trabajos solicita que quienes tuvieran familiares que puedan encajar con estos datos o tengan ascendientes asesinados en el cementerio de Farasdués, contacten con ellos a través del correo electrónico colectivochama@gmail.com.

Tras varios sondeos fallidos la pasada semana, donde sólo se han documentado enterramientos individuales ordinarios, el lunes 13 de septiembre se localizó a una nueva víctima enterrada de manera individual, pero que presentaba signos evidentes de muerte violenta por arma de fuego. Sus restos ya han sido exhumados y en próximos días comenzarán los estudios antropológicos y genéticos en laboratorio.

“En esta campaña lo esperado era localizar más fosas, con hasta una veintena de cuerpos, si no más. Desgraciadamente, se ha llegado tarde. Solo han podido ser exhumados los restos pertenecientes a tres individuos, a pesar del esfuerzo del equipo por estudiar todos los espacios excavables posibles. Es probable que tumbas de décadas posteriores se localicen donde en su día estuvieron esas fosas, imposibilitando ya su estudio y recuperación de restos”, explica el equipo arqueológico.

La intervención ha sido llevada a cabo por el equipo técnico que desde el año 2012 ha trabajado en más de una treintena de intervenciones arqueológicas de localización y exhumación de fosas comunes de la Guerra Civil y la posguerra en Aragón, dirigido por los arqueólogos Javier Ruiz Ruiz y José Ignacio Piedrafita Soler, contando con la historiadora Cristina Sánchez Martínez, la antropóloga Míriam Gracia y la arqueóloga Ana Rubio y el arqueológo Ricardo Gayán.

Los trabajos han sido nuevamente promovidos por el Colectivo de Historia y Arqueología Memorialista Aragonesa (CHAMA) y por la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo, así como con la colaboración de miembros de otras asociaciones memorialistas cincovillesas como la ARMH Batallón Cinco Villas y la ARMH Simién de Luesia, la Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (A.R.I.C.O.) y otras personas voluntarias.

La financiación necesaria para poder realizar estos complejos trabajos y estudios proviene de las ayudas que anualmente concede la Diputación de Zaragoza para trabajos de Recuperación de la Memoria Histórica, de las ayudas de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón y de una ayuda en materia de memoria democrática concedida en este sentido por la F.E.M.P. al Ayuntamiento de Exeya, que también colabora con sus propios recursos.

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