"Por llanuras y montañas, guerrilleros libres van, los mejores luchadores, del campo y de la ciudad. Ni el dolor ni la miseria, nos impedirán vencer, seguiremos adelante, sin jamás retroceder".
Con un emotivo acto, familiares, amigos y camaradas despidieron este sábado, en el Salón del Tanatorio Servisa de Zaragoza, al histórico militante comunista y preso político en las cárceles franquistas, Manolo Gil, fallecido el pasado jueves a los 86 años en el Hospital Clínico de la capital aragonesa.
Durante el cálido homenaje, corto a petición expresa de la familia, que arrancó con el 'Gracias a la vida' de la cantautora chilena Violeta Parra, varias intervenciones recordaron la infatigable lucha de Manolo -al que definieron como "el hombre bueno" y "el gran compañero"- en su militancia obrera y antifranquista, en el sindicato CCOO Aragón -del que fuera uno de sus fundadores- y en el Partido Comunista, incidiendo en su esfuerzo por dignificar a las y los presos republicanos y antifascistas que trabajaron como esclavos bajo la dictadura franquista y por su dedicación a la recuperación de la memoria colectiva.
Igualmente hubo palabras de cariño, admiración y de profundo respeto a Esperanza Martínez -su siempre compañera-, condenada también durante la dictadura por su participación en las actividades guerrilleras antifranquistas de la Agrupación de Levante y Aragón (AGLA) entre 1944 y 1952 y activa militante del PCE, del Movimiento Democrático de Mujeres, de la Asociación de Madres de Insumisos, del Área de la Mujer de IU, de la Asociación de Mujeres Desideria Giménez y de la Asociación Archivo de Guerra y Exilio; a su hijo, a su hermana y al resto de su familia.
Las notas del 'Himno Guerrillero' sonaron durante el acto que concluyó con las decenas de asistentes cantando, puño en alto, 'La Internacional' y con una larga ovación de despedida a Manolo Gil.
El PCE Aragón ha hecho público en las redes sociales un vídeo en homenaje a su camarada, del que apuntan que fue “un claro ejemplo de militancia, dedicación y lucha, y su legado siempre permanecerá en las páginas más combativas de la historia del Partido Comunista”.
Reproducimos de forma íntegra la intervención del PCE Aragón en el funeral de Manolo Gil:
"Era el año 1947 Manuel Gil Prieto era un joven metalúrgico de la fundición Florencio Gómez. Aquel año Antonio Rosel (el Abuelo) entro a trabajar en aquella función. Venía del exilio con un objetivo claro, reconstruir el Partido Comunista en Zaragoza y Aragón.
A esa empresa se sumó Manolo y otros jóvenes trabajadores de la fundición Florencio Gómez. España era un país de miedos, la guerra estaba muy reciente y la posguerra todavía se alargaba. Por eso sus primeras reuniones del Partido las disimulaban en comidas campestres o paseos en bicicleta.
Al poco tiempo a las manos de Manolo y del resto de camaradas en España llego una carta, se titulaba “Carta a los militantes del Partido en España”, había sido redactada en Moscú. El Partido asumía que España había caído en el lado malo de la guerra fría y el fascismo se perpetuaba en una dictadura represiva, por entonces no imaginaban que duraría 40 años. Ante esta situación el Partido decidía abandonar la táctica de la lucha armada, por la infiltración en las estructuras sociales de la dictadura. Era una táctica novedosa y arriesgada que llevaron a cabo Manolo y esos camaradas.
El grupo de la fundición de Florencio Gómez se dividió y fueron a trabajar a distintas fábricas de Zaragoza con la intención de crear más núcleos del Partido… Giesa, Tudor, Averly, Unión Mecánica, Aceros Especiales…Comenzaron a liderar reivindicaciones obreras, se insertaron en el sindicato vertical, siendo elegidos enlaces sindicales, hasta miembros de la Junta Social, sin saberlo estaban creando las Comisiones Obreras.
Manolo se quedó en Florencio Gómez, y aprendió mecanografía. Por las noches a partir de las doce Radio Pirenaica leía los documentos del Partido y Manolo los mecanografiaba. Radio Pirenaica rompía su aislamiento narrando las incipientes luchas obreras en España. La huelga del tranvía en Barcelona, las de la naval en Euskadi, los mineros de Asturias, los jornaleros de Andalucía…
La Gran Orquesta Roja había comenzado a tocar en España. Así se conquistó la democracia y la libertad en este país, con maletas con doble fondo donde se transportaban Mundos Obreros, con vietnamitas escondidas en trampillas, con reuniones es la ibas pero no sabías si volverías o si acabarías torturado en comisaria aguantado los palos para no delatar a los camaradas.
Fueron tiempos de sacrificio, pero también de virtuosismo político, supieron desempolvar el miedo del pueblo español, los veteranos todavía recuerdan las arengas de Manolo en las reuniones obreras.
Después vino la cárcel, hasta en 4 ocasiones distintas Manolo fue encarcelado pasando por las prisiones media España. Carabanchel, Huesca, Palencia, Cáceres, Jaén, Torrero…y como no Burgos. La universidad del Partido donde Manolo aprendió la lucha clandestina, álgebra y matemáticas.
Es aquí donde es de justicia reconocer a camaradas del Partido como Victoria Martínez, Agustina Zalaya, Maruja Cazcarra… pero especialmente recodar a una mujer, a su hermana, Teresa Gil. En definitiva a todas aquellas mujeres del MDM que lucharon por la libertad y la dignidad de los presos políticos. Aquel MDM hizo que Manolo y Esperanza Martínez García se conocieran, después de que Esperanza saliera de la cárcel tras 15 años en diferentes prisiones por comunista y guerrillera.
A partir de aquí Manolo y Esperanza han continuado hasta hoy militando en el Partido, en IU, en CCOO, pero sobretodo en la lucha por la memoria, la justicia y la reparación histórica. Algún día la historia reconocerá que Manolo es un verdadero héroe por la democracia y la libertad de este país.
Nunca dejo de ser militante, una persona humilde, bondadosa, con firmeza y una inmensa capacidad de sacrificio pero sin perder nunca la ternura.
Aunque sea difícil seguimos tu ejemplo, gracias y hasta siempre camarada".