Este martes se celebra el juicio contra Nano, agredido y detenido en el desalojo del CSO Kike Mur en 2011

El martes 7 de mayo se celebrará en los Juzgados de plaza del Pilar de Zaragoza el último de los juicios relacionados con el desalojo del CSO Kike Mur el pasado 20 de enero de 2011. El 7 de mayo, Fernando (Nano), vecino del barrio de Torrero lugar donde se encuentra el centro social okupado, se sentará en el banquillo acusado de desorden público y atentado a la autoridad lo que podría acarrearle una condena de seis meses de prisión y multa de hasta 1.500 euros. Por este motivo, las asociaciones vecinales de Venecia, Torrero y La Paz, junto con la Federación …

Nano esposado en el suelo con un policía encima de su espalda durante

Nano esposado en el suelo con un policía encima de su espalda durante
Nano esposado en el suelo con un policía encima de su espalda durante un cuarto de hora

El martes 7 de mayo se celebrará en los Juzgados de plaza del Pilar de Zaragoza el último de los juicios relacionados con el desalojo del CSO Kike Mur el pasado 20 de enero de 2011. El 7 de mayo, Fernando (Nano), vecino del barrio de Torrero lugar donde se encuentra el centro social okupado, se sentará en el banquillo acusado de desorden público y atentado a la autoridad lo que podría acarrearle una condena de seis meses de prisión y multa de hasta 1.500 euros.

Por este motivo, las asociaciones vecinales de Venecia, Torrero y La Paz, junto con la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), han convocado dos concentraciones en solidaridad con Nano. La primera de ellas, este domingo 5 de mayo, a las 12.00 horas en la plaza de las Canteras de Torrero. La segunda, el mismo día del juicio, martes 7 de mayo, a las 11.00 horas en la puerta de los Juzgados en la plaza del Pilar.

Nano, vecino de Torrero, agredido y detenido

Nano era uno de los muchos vecinos y vecinas que se encontraban en la calle apoyando a 'lxs once del tejado' el día del desalojo. Como vienen denunciando desde hace dos años distintos colectivos sociales y vecinales: "Nano sufrió al igual que todas las personas presentes la brutalidad policial, varias cargas desproporcionadas, golpes y porrazos a manos de las unidades antidisturbios". Nano tras pasar la noche en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía quedo en libertad con cargos a la espera de juicio.

Durante la mañana del 20 de enero testigos presenciales informaban a AraInfo del "brutal ensañamiento de la policía con las personas y vecinos solidarios que se acercaban a la cárcel de Torrero". La madre de Nano declaraba que vio por televisión cómo la policía apaleaba a su hijo y lo retenía con la cara en el suelo durante un cuarto de hora, "sin que hubiera ningún motivo para semejante brutalidad". Otro joven vecino de Torrero tuvo que recibir asistencia médica en un hospital de la capital aragonesa al resultar herido en las cargas policiales con una brecha en un ojo. El balance final fue de una veintena de personas heridas por la policía.

El rechazo social ante la actuación policial en el desalojo fue inmediato y unánime. Las imágenes vistas en televisión y en los medios gráficos no daban lugar a ninguna duda. Toda la izquierda aragonesa, representada por colectivos vecinales, sociales, culturales, políticos y sindicales, condenó la violencia ejercida contra los vecinos y vecinas de Torrero.

Dos días después del desalojo, más de 600 personas, de distintas edades y ámbitos sociales de la ciudad, se manifestaron por las calles de Torrero. Durante la manifestación un grupo amplio de personas volvió a reokupar el CSO Kike Mur a pesar del amplio despliegue policial en una tarde histórica para las luchas sociales aragonesas. A día de hoy el CSO Kike Mur mantiene sus puertas abiertas, consolidándose como una de los centros culturales y políticos de referencia en Zaragoza.

Torrero un barrio que resiste

A pesar de que actuaciones similares protagonizadas por los cuerpos policiales se vienen repitiendo en Zaragoza con demasiada frecuencia, y en especial en el barrio de Torrero con los desalojos de los centros sociales okupados Rasmia, La Vieja Escuela y Kike Mur, la violencia ejercida por parte de la fuerzas de seguridad del estado aquella mañana de invierno en el barrio de Torrero difícilmente será olvidada por sus habitantes.

La desmedida actuación de los antidisturbios fue una nueva herida a un barrio acostumbrado a recibir golpes, un barrio con una importante tradición histórica de lucha obrera y vecinal, un barrio que ha aprendido a cicatriz pero que no olvida, por eso Torrero sigue siendo uno de los barrios zaragozanos donde la reivindicación está impregnada en cada calle y en cada rincón.

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