Especial Alternativas enredadas: Clara de La Olivera

Tras varios días con otros temas, hoy retomamos en el portal de AraInfo este especial “Alternativas enredadas”  que comenzamos en noviembre de 2011.  La iniciativa consiste en compartir por aquí las entrevistas que realizamos en el primer encuentro de Coop57 en Barcelona, celebrado en octubre. Pensamos que estas líneas os pueden servir de acicate para emprender iniciativas de economía social y solidaria, coger ideas que nos inspiren, animarnos a salir de este atolladero con propuestas anticapitalistas. Ya hemos conocido a Pilar, experta socia de Coop57, con Nuria, otra socia feminista de esta cooperativa de servicios financieros, Marión, de la Comisión …

Tras varios días con otros temas, hoy retomamos en el portal de AraInfo este especial “Alternativas enredadas”  que comenzamos en noviembre de 2011.  La iniciativa consiste en compartir por aquí las entrevistas que realizamos en el primer encuentro de Coop57 en Barcelona, celebrado en octubre. Pensamos que estas líneas os pueden servir de acicate para emprender iniciativas de economía social y solidaria, coger ideas que nos inspiren, animarnos a salir de este atolladero con propuestas anticapitalistas.

Ya hemos conocido a Pilar, experta socia de Coop57, con Nuria, otra socia feminista de esta cooperativa de servicios financieros, Marión, de la Comisión Técnica de Coop57, Ramón, coordinador de Coop57, Raimón, trabajador de Coop57, Hernán de La Ciutat Invisible y Ferrán de Som Energía.Ahora nos tocaría acercarnos a Iván, como nos sugirió Pilar, pero por motivos técnicos, por el momento, no podemos ofreceros esa entrevista. En este caso, transcribimos la conversación con Clara, joven cooperativista de La Olivera.

Ivan nos ha dicho “charra con la Clara que la acabo de conocer y es quien nos ha traido el vino que hemos degustado hoy en la comida”. El vino de la cooperativa La Olivera. Cuéntanos cual es tu vinculación con Coop57.

Mi vinculación con Coop57 es justamente con La Olivera. Yo me vinculo a La Olivera hace cuatro años. Conocí la experiencia social del proyecto que llevaba ya treinta años. Me dijeron de trabajar en la bodega y yo ¡encantada de la vida! Y justamente en esa época hacían una ampliación de la bodega, aumentaban la superficie con intención de dar más trabajo a más gente. Y necesitaban dinero. Para esta ampliación hicimos una emisión de títulos participativos con Coop57, lo cual nos ayudó a financiar una parte del proyecto de ampliación de la bodega. Allí es donde conozco la actividad de la cooperativa y me parece estupendo. La voy siguiendo a través de la web, de la Xarxa,... así sé a qué se dedica, qué financia, cuál es el trabajo,.. y me parece una labor impresionante.

Cuéntanos dónde se sitúa La Olivera.

La Olivera nace en 1954.

Antes que tú, ¿no?

Antes que yo. Es un grupo de gente joven con muchas ganas de cambiar las cosas. Se van a Vallbona de les Monges, que es un pueblo de, ahora, 100 o 150 habitantes como mucho, en una zona rural de Lleida. En 1920 tenía 1.000 habitantes y una economía casi agraria. Esta gente plantea un proyecto social, crear una comunidad que incluya a personas con dificultades. Y juntan el proyecto con una actividad económica. Entre otras actividades, empiezan a elaborar vino. En 1989 hacen el primer vino, blanco, y de ahí a hoy, que tenemos unos 20 vinos. La mayoría de las personas que trabajan en La Olivera son gente con exclusión social. O no tienen familia o no se ocupan de ellos. Viven y trabajan en La Olivera, que es un proyecto multidisciplinar. Aparte de producir, tiene la labor  básica y fundamental de labor social, de insertar no solo en la sociedad, sino dar una oportunidad a personas con dificultades y riesgos Ellos trabajan en la bodega y en las viñas.
Tenemos 20 hectáreas de vid y 20 de olivares, es mucho terreno y necesitamos mucha mano de obra. Para nosotros es muy importante el valor añadido del producto, intentamos cuidar mucho el producto y hacer el mayor número de cosas con las manos.

Y tú, Clara, sin embargo, no eres de ese pueblo. ¿Cómo te enredasen esta historia?

Por la universidad. Yo estaba muy metida en colectivos de estudiantes Y conocí al chico que hoy es responsable de la viña. Coincidimos por la zona, me dijo que necesitaban a alguien en la bodega y así me metí en el proyecto hace cuatro años. Mi función ahí es llevar la bodega. Y a la vez soy monitoria de los chavales que trabajan en la misma. Trabajo con personas con dificultades.

Por el vino no te voy a preguntar, porque lo hemos catado y está delicioso. Pero sí en lo que respecta a los seres humanos con los que estáis trabajando. ¿Cómo va el proyecto en ese sentido?

Hay algunos de ellos que llevan 20 años. Para ellos es su proyecto, es su casa y lo llevan con la normalidad más absoluta. La gracia del proyecto es que no se sienten en una empresa sin más, sino que es un trabajo gratificante en un ambiente rural en el que se potencia a la vez el arraigo a la tierra.

Por último, Clara, como estamos en la Trobada de Coop57 y tú has estado participando en los talleres, ¿cómo sientes esta intensa jornada de hoy?

Yo creo que más allá de los conceptos y debates, lo más interesante para mí es conoceros a vosotros y a otros colectivos con los que conectas y aprendes. Hay un “feedback” colectivo y conoces gente que está en tu onda y haciendo cosas distintas o parecidas. Es un encuentro muy necesario, tenemos que coordinarnos.

Ahora te pido que pienses en otra persona.

¡Vale, la tengo! Seguimos en Catalunya, en otra cooperativa del Casal Independentista Can Capablanca. Son 6 socios y uno de ellos es Audal.

Podéis contactar y ampliar la información en la web de La Olivera.

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