Hay tres categorías de trabajadores y trabajadoras:
Los esenciales.
Los no esenciales.
Los demás, que podríamos interpretar como prescindibles.
A los esenciales se les explota diciendo que son imprescindibles.
A los no esenciales se les explota recordándoles que pueden prescindir de ellos.
Y a los prescindibles se les hace un ERTE que es la caricia administrativa previa al despido.
85% de Pymes huyendo del abuso de las multinacionales.
Autónomos huyendo del abuso de la cuenta ajena, esclavos individuales bautizados como emprendedores.
Hostelería y construcción como base del modelo económico.
Inversión del PIB en ciencia 1.5%.
La CEOE entre los tratantes de esclavos y la secta satánica.
La política como exhibicionismo del fanatismo, la impotencia y la incompetencia.
Ancianos cuya vida es declarada como no prioritaria.
La cultura una amenaza para toda forma de adoctrinamiento.
Sanitarios que al regresar a su casa después del aplauso de las ocho, se encuentran una nota de los vecinos, recomendando que se vayan a dormir a un centro asistencial por si contagian.
¿Somos o no somos We are the champions?
El planeta S.A. nos tendría que despedir a todos y todas y contratar a una humanidad nueva.
No reclaméis, es despido procedente.