La jueza militar del territorial número 12 ha propuesto al Tribunal Militar Territorial Primero el archivo de la causa de tráfico de drogas a bordo del buque escuela de la armada española “Juan Sebastián Elcano”. Desde el verano del 2014 se investigaba la ocultación en la embarcación de 127 kilos de cocaína. Fruto de esas investigaciones se detuvo a tres marineros “a los que se les incautó un alijo de cocaína” cuando el barco entró en aguas estatales procedente de Nueva York tras su periplo de instrucción militar.
En el auto la jueza señala que se han practicado “cuantas diligencias se han estimado necesarias para determinar la naturaleza y circunstancias de los hechos investigados, resultando indubitado que 127 kilos de cocaína fueron encontrados en un habitáculo que se hallaba ubicado en un compartimento de cables dentro del pañol de contramaestre del buque”.
Sin embargo, sostiene la jueza “que no existen indicios que sostengan la participación de los investigados en este procedimiento, ni de cualquier otro, en el embarque y transporte de dicha droga”, por lo que se accede al sobreseimiento solicitado por una de las defensas. Cabe destacar que la jueza ya propuso el sobreseimiento de este caso en el verano del 2018, pero el Tribunal Militar obligó a realizar varias diligencias solicitadas por la fiscalía, sin embargo la jueza sigue sin encontrar “indicios suficientes” y vuelve a proponer el archivo.
Así, la cronología de los hechos es supuestamente la siguiente: en la primavera del 2014, el Juan Sebastián Elcano efectuó una escala en el puerto colombiano de Cartagena de Indias, allí se introdujeron -presuntamente- en el barco escuela más de 150 de kilos de cocaína de un grupo de narcotraficantes. En la siguiente escala, Nueva York, los militares entregaron -presuntamente- unos 26 kilos de droga a otros traficantes locales. Esto fue investigado por las autoridades estadounidenses y desembocó en la detención de varios marineros -un brigada, un cabo primero, tres marineros y un cocinero-, pero todos ellos negaron su participación en el asunto y aseguraron desconocer quién podía haber escondido la droga.
Resulta pues sorprendente que en el pequeño espacio de un buque como Elcano se puedan esconder 150 kilos de cocaína sin que ni la entrañable camaradería entre marineros, ni la férrea cadena de mando de la escuela militar detectara nada, y aún más, que tras seis años de investigación, según el criterio técnico de la jueza, no existan pruebas incriminatorias contra ninguno de los integrantes del navío. Así pues, y dadas las circunstancias, me pregunto, ¿es el buque escuela de la armada española Juan Sebastián Elcano un escondite eficaz para el tráfico internacional de cocaína?