El sector de eventos y espectáculos en pie de guerra por la dignificación

24 de septiembre. Dos concentraciones paralelas en Madrid y Barcelona marcan el punto de inflexión de una batalla que se presenta larga y complicada. Pero las reivindicaciones del sector de eventos y espectáculos son muy sencillas: un convenio colectivo estatal propio y combatir la precariedad laboral. Y es que, sin ellos "no hay bolo".

Concentración en Barcelona del personal técnico el pasado 24 de septiembre.

La huelga de los riggers -el personal que monta los escenarios- contratados por Fira de Barcelona para el pasado Sonar y las protestas del personal técnico en las fiestas de La Mercè de 2017, fueron el punto de partida de unas movilizaciones en las que el sector de eventos y espectáculos ha dicho "basta".

El pasado 24 de septiembre, se celebraron en Madrid y Barcelona respectivamente por vez primera actos de protesta en los que estaban representados todos y todas las trabajadoras del sector: desde técnicos audiovisuales en eventos y espectáculos -incluyendo luces, sonido, video, riggers y backline- hasta producción.

Con el apoyo de la Plataforma Estatal de Asociaciones de Técnicos del Espectáculo (PEATE), en Barcelona la movilización estaba convocada por el sindicato Tecnicat y en la capital castellana por la Asociación Profesional de Técnicos Audiovisuales de Madrid (APTAMAD). "Tenemos el firme compromiso de cumplir con nuestros objetivos de dignificar el sector de eventos y espectáculos y la profesionalización del mismo", apuntaron en un comunicado.

Denuncian que desde hace décadas, sobreviven en un sector sin regulación específica, abandonado a su suerte por la administración, y vilipendiado por aquellos que contratan los servicios de empresas y trabajadores. "En un sector que no cuenta con un convenio colectivo estatal propio, es habitual que las contrataciones se den en el marco de convenios tan dispares como el del 'metal', el de 'salas de fiesta, baile y discotecas' o el de 'danza, circo, variedades y folklore' que poco o nada tienen que ver con la actividad realizada en el empeño de nuestro trabajo", critican.

Por estos motivos, subrayan la necesidad de obtener un convenio colectivo estatal propio del sector en 'eventos y espectáculos'. "Un convenio desarrollado por los entes representantes de trabajadores y empresas del sector, que contemple todas las particularidades de nuestra actividad, sus especialidades y categorías profesionales", para el cual tanto APTAMAD como las asociaciones reunidas en PEATE se ofrecen a trabajar para "hacer llegar a buen puerto las negociaciones".

Otro de los grandes caballos de batallas es la precarización que genera una importante falta de garantías suficientes que permitan la supervivencia de las y los trabajadores y la imposibilidad de la conciliación familiar y personal. "La incertidumbre en el trabajo, como garantía de subsistencia, debido al carácter intermitente de la naturaleza de los servicios que se prestan, se agrava con la ruptura de contratos verbales que no llegan a formalizarse de manera regulada", advierten.

A esto se añaden los ritmos acelerados de las producciones que no respetan turnos o descansos, la contratación de mano de obra no profesional de bajo coste o personal cualificado que no puede acreditar sus competencias por falta de una formación específica en prevención y riesgos laborales. Asuntos que en opinión de APTAMAD traen un importante aumento de la siniestrabilidad laboral.

Las jornadas laborales de las y los trabajadores en eventos y espectáculos (por cuenta ajena o por cuenta propia) generalmente superan las 8 horas establecidas en el Estatuto de los Trabajadores, rondando habitualmente las 12 horas y en ocasiones llegando a jornadas de 14 o incluso 18 horas o más en eventos o espectáculos como festivales (de gestión privada) o fiestas patronales (de gestión pública).

"La acumulación de horas origina una fatiga en las y los trabajadores que supone una disminución paulatina de la efectividad, un aumento exponencial del riesgo de accidentes o la vulneración del derecho a descanso para afrontar una nueva jornada laboral al día siguiente", lamentan para recordar que "frecuentemente las horas extra de estas jornadas tampoco se ven remuneradas, por superar el máximo de 12 horas por jornada establecido por Ley en el caso de trabajadores por cuenta ajena, o son remuneradas a un coste igual o menor al de la hora ordinaria en el caso de los trabajadores por cuenta propia".

Contra la habitual imposición para trabajar como autónomos

Debido a la temporalidad inherente a la actividad del sector, existe como práctica habitual la contratación de trabajadores autónomos que desempeñan su trabajo como cualquier otro trabajador por cuenta ajena, desarrollando su actividad con los medios de producción, los horarios y las funciones a desarrollar establecidas por la empresa que los contrata, y muchas veces con condiciones y tarifas establecidas por la misma.

A la actividad de estos trabajadores la Seguridad Social lo etiqueta como la de un “falso autónomo” y se incurre en la ilegalidad. "Al autónomo lo que es del autónomo, pero cuando su actividad sea la de un falso autónomo ha de ser contratado. Los contratos por obra o servicio pueden llegar a penalizar a todas las partes, por lo tanto se ha de buscar vías que aporten seguridad y tranquilidad a los trabajadores con contratos de mayor duración, ya sea indefinidos en las empresas, o empleando fórmulas como las del fijo discontinuo haciendo contratos por un número de horas anuales con cada empresa con la que trabaja el 'falso autónomo', pudiendo disfrutar del derecho a paro, vacaciones, antigüedad, formación y demás derechos de los trabajadores perdidos en la abusiva fórmula de los 'falsos autónomos”, continúa APTAMAD.

Así, la lucha de este sector por sus derechos se presenta larga y complicada. Por eso, hacen un llamamiento de todos los entes implicados -empresas de eventos y espectáculos, administración pública, Ministerio de Trabajo, Seguridad Social, empresas de Prevención de Riesgos Laborales y sindicatos- a la concienciación y a tomar medidas ante ésta situación.

Primeros pasos en Aragón

La delegación aragonesa de ATAE (Asociación de Técnicos de las Artes Escénicas) de reciente creación, no convocó ningún acto el 24 de septiembre pero sí que mostró su apoyo a las reivindicaciones de "diversas asociaciones, colectivos y sindicatos por la dignificación, regularización y profesionalización del sector de las artes escénicas y eventos". Asimismo, animan a todas las y los profesionales del sector a "unirnos para conseguir un convenio que nos garantice unas reglas de juego justas".

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