En ausencia de autocrítica Lambán responsabiliza “a temporeros, jóvenes, y trabajadoras de residencias” de los rebrotes en Aragón

El presidente del país también ha asegurado que “seguimos tomando medidas para que el curso -escolar- comience con la mayor normalidad posible”, a pesar de las críticas por su gestión de todos los sectores de la comunidad educativa aragonesa

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Javier Lambán, presidente del Gobierno de Aragón. Foto: DGA.

En su calidad de presidente de Aragón, Javier Lambán, ha explicado en una entrevista radiofónica de la emisora hispano-madrileña ‘La Ser’ que “la próxima reapertura de los centros escolares nos puede traer situaciones más complicadas, pero debemos empezar a pensar que tendremos que convivir con el virus”, descartando que “se puedan vivir momentos de tregua real hasta que tengamos vacuna”.

El presidente del Gobierno ha explicado que desde el Ejecutivo aragonés “seguimos tomando medidas para que el curso comience con la mayor normalidad posible”, y que los técnicos del Departamento de Educación, a pesar de la situación que atraviesa Aragón, “siguen recomendando que empecemos el curso escolar con la mayor presencialidad posible”.

Sin detallar que medidas adoptará su gobierno, y dejando la gestión del COVID-19 ‘al paso del tiempo’, ha afirmado que “espero que en estos 20 ó 25 días que quedan para comenzar el curso, la realidad sea más contemporizadora. Hemos comprobado que la enseñanza telemática, sobre todo para los niños más pequeños, no es recomendable”.

El presidente Lambán acusa a las trabajadoras de residencias de mayores de ir “a trabajar sin haber advertido que tenían síntomas”

Respecto a los brotes en las residencias de mayores reproducidos por todo el país, el presidente aragonés ha señalado que “es curioso que las residencias en las que hubo brotes durante marzo y abril, ahora no tienen prácticamente problemas” y que “entonces nos preocupó el tránsito entre hospitales y residencias y, por ello, habilitamos cinco centros COVID para que los ancianos que tuvieran síntomas, no tuvieran que ir a los hospitales”. Lambán ha asegurado que esta medida “funcionó razonablemente bien”.

Tras este exceso de complacencia en su gestión, Javier Lambán ha vuelto señalar -casi a criminalizar- a las trabajadoras y trabajadores de las residencias de personas mayores, asegurando que “ahora, los contagios se han producido por trabajadores que han ido a trabajar sin haber advertido que tenían síntomas. Por eso, estamos advirtiendo que sean muy escrupulosos”, y que desde el Gobierno de Aragón “se ha animado a los directores de estos centros a que controlen a sus plantillas”.

Asimismo, ha indicado que “hay más residencias en las que se han detectado trabajadores con virus, que mayores con virus. La mayoría de los casos positivos se concentra en unas pocas residencias”. Por otro lado, y en referencia a la posibilidad de interponer una denuncia penal contra la residencia de Burbáguena, Lambán ha asegurado que “se está trabajando en los informes para esclarecer lo que sucedió en este centro de mayores”, pero añadía que “todavía no se ha decidido si se limitará la respuesta del Gobierno de Aragón a alguna sanción de tipo administrativo o si se acudirá a la justicia”, y ha afirmado que “no es algo que nos preocupe en exceso, lo que nos ocupa, en este momento, es que el problema se acabe en esta residencia”.

El presidente Lambán criminaliza a las trabajadoras temporeras asegurando que son el “origen primero de la pandemia en Aragón”

El presidente de Aragón ha insistido en señalar a los trabajadores temporeros como “origen primero de la pandemia en Aragón”, a su juicio “una circunstancia específica que no se da en otras comunidades autónomas, aunque sí en la vecina Catalunya. Cientos de ellos viven en la ciudad de Zaragoza y son una población particularmente preocupante desde el punto de vista del contagio”, ha asegurado, para después afirmar que su afirmación pretendía no tener “ánimo de demonizar” a este colectivo. Nos encontramos pues ante un desgraciado ejemplo de racismo institucional, que obviando las causas del problema -precariedad laboral y habitacional, falta de control institucional, explotación laboral consentida- recurre a señalar ‘al enemigo’ más débil para ocultar sus fallos de gestión.

Javier Lambán ha informado que “ya a finales del mes de marzo, en una de la reuniones telemáticas con el presidente de España, Pedro Sánchez, le dije que este asunto tendríamos que tratarlo”, pero dadas las circunstancia y los datos, no ha tenido más remedio que hacer un conato de autocrítica admitiendo que “es obvio que mucho éxito no hemos tenido”.

Eso sí, Lambán ha asegurado que desde el Gobierno aragonés “estamos intentando atajar esta situación preocupante. Hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance, habilitar transportes públicos, espacios para vivir en sitios saludables, exigir contratos, realizar inspecciones, pero la propia estructura de este sector, ha dificultado la labor de seguimiento que nos hubiese gustado hacer”. Y, lanzando ‘una patada a seguir’ ha asegurado que esto “entra en los capítulos de tomar nota para cosas que no queremos que vuelvan a pasar”.

Por último, Lambán ha indicado que “el problema está en Zaragoza” donde “los brotes se han producido por el ocio juvenil y nocturno”

Rematando la entrevista y continuando con la ausencia de autocrítica, el presidente de Aragón ha destacado que “el problema está en la ciudad de Zaragoza, donde se ha dado una tormenta perfecta: es una ciudad grande, donde la posibilidad de contagio es mucho más alta y más difícil de controlar, y donde los brotes se han producido como consecuencia del ocio juvenil, nocturno y familiar, y a esto se ha sumado la circunstancia de los temporeros”.

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