Aunque ya hace mucho que la mayoría de la ciudadanía descubrió que el Consumismo es el verdadero Espíritu de la Navidad, año tras año vemos como desaparecen las huellas de las Navidades Tradicionales, sustituidas por el consumismo puro y duro.No hace falta remontarnos a la época en blanco y negro de nuestro sanguinario dictador, sino unos poquísimos años atrás.
No hará excasamente ni un lustro, cuando llegaban estas fechas, los árboles de navidad inundaban las calles y escaparates de la ciudad, todas las calles estaban adornadas por luces de neón con motivos navideños, los bares cutremente decorados por espumillón y árboles, se escuchaban villancicos por las calles, la TV2 emitía los saltos de esquí, el resto de las cadenas con sus programas casposos y sus películas lagrimeras, algunas de ellas bíblicas...
Hoy en día poco queda de esas señales que nos recordaban a todas horas que estabamos en Navidad, aún persiste la tele-basura navideña, aunque en menor medida, y en muchos hogares si que se mantienen estas tradiciones, pero en nuestras calles y espacios públicos ya son las menos. Cada vez hay menos calles con luces, aunque sea por la crisis, las decoraciones han desaparecido de los bares, ya no es escuchan villancicos, ni siquiera el de S.A.,...¿qué nos queda de la Navidad?
Nos quedan los anuncios de regalos, que nos invitan a consumir una y otra vez, nos queda la Loteria de Navidad y del Niño que nos invita a consumir una y otra vez, nos quedan las rebajas adelantadas para adelantar nuestro espíritu consumista, nos quedan las vacaciones de la Nieve a Baqueira o a Canarias, nos quedan los momentos familiares de Noche Buena y Navidad momentos para los cuales se duplica o triplica el precio de muchos alimentos, y nos queda la Noche Vieja, momento de amistad donde consumimos en drogas, alcohol y en muchos casos el timo del Cotillón.
Ahhh, por supuesto, nos queda el Corte Inglés, con sus rebajas y su mega escaparate navideño, donde tradición y consumo van de la mano.
K.G.F. | Para AraInfo