El Tribunal de Justicia de la UE dicta una histórica condena contra el Estado español por la destrucción de Doñana

WWF exige a las administraciones públicas que dejen de mirar hacia otro lado y cierren de una vez todos los pozos y fincas ilegales al oeste de Doñana, pongan freno a la agricultura industrial que avanza por el noreste y pongan en marcha un proyecto ambicioso de restauración ecológica

Doñana
Doñana. Foto: WWF.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha hecho pública su sentencia en relación a Doñana, en la que concluye que las "extracciones desmesuradas de agua subterránea" en el Espacio Natural de Doñana incumplen el derecho comunitario, en concreto, las Directivas Marco del Agua y Hábitats, por lo que ha condenado al Estado español.

Según la sentencia, resulta claro que las extracciones de agua están dañando de forma grave el Espacio Natural de Doñana y sus valores naturales. Asimismo, la sentencia también señala la inacción del Estado español ante los efectos negativos de las extracciones de agua sobre hábitats protegidos, como los estanques temporales mediterráneos y manifiesta la falta de información sobre el estado de las aguas subterráneas, debido sobre todo al desconocimiento de la Administración sobre las captaciones ilegales.

Cabe recordar que el proceso que ha culminado con esta histórica sentencia se inició hace diez años tras la queja presentada por WWF España ante la Comisión Europea (CE), en la que se denunciaba la extracción abusiva e insostenible de agua en el entorno de Doñana con destino al cultivo intensivo de fresas.

Todo ello ante la total inacción y los reiterados incumplimientos durante años de las autoridades del Estado español, los ayuntamientos de la zona y la Junta de Andalucía.

Finalmente, la CE el 24 de enero del 2019 decidiera llevar al Estado español ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

La situación actual de Doñana es crítica

Siguen sin cerrarse los regadíos ilegales en la zona del Condado, al tiempo que su superficie sigue creciendo sin parar todos los años; aparecen nuevas presiones, como el avance de la agricultura intensiva al norte de Doñana que está transformando rápidamente la marisma de Aznalcázar usando todo el agua del río Guadiamar; la falta de lluvias y aportes superficiales en cantidad suficiente provocan que la marisma norte dentro del Parque Nacional de Doñana lleve dos años prácticamente seca; las lagunas peridunares del espacio natural pierden superficie de forma continua e incrementan su temporalidad; el deterioro del acuífero, en cantidad y calidad de sus aguas, no cesa; y otras presiones sobre Doñana que se multiplican por el impacto evidente del cambio climático.

WWF exige al Gobierno estatal y a la Junta de Andalucía que afronten sus responsabilidades y competencias, a fin de impedir mayores perjuicios a Doñana. La Junta de Andalucía -con competencias en la gestión de Doñana, agricultura y ordenación del territorio- debe cerrar con carácter urgente todas las fincas ilegales, que no se pueden regularizar en ningún caso.

De igual forma, debe recuperar los montes públicos ocupados por la agricultura ilegal. Así, es imprescindible que haya voluntad política y recursos para ejecutar el Plan de la Corona Forestal que languidece deliberadamente sin medios ni personal suficientes. “Para ello se ha de crear una Oficina Técnica, con una figura de Coordinador del Plan con dedicación plena, y un equipo de trabajo que permita el correcto desarrollo de sus medidas”, explican desde la organización medio ambiental.

Por su parte, aunque WWF España reconoce que en esta legislatura se han producido algunos avances en el cierre de pozos y el acuífero ha sido declarado "en riesgo de no alcanzar sus objetivos ambientales", la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, debe cerrar de forma inmediata todas las captaciones ilegales que están robando el agua a Doñana.

Asimismo, también debe implementar urgentemente las medidas planificadas para las captaciones de Matalascañas y frenar aquellas infraestructuras hidráulicas al norte de Doñana destinadas a favorecer el avance de la agricultura intensiva y que provocarán la transformación irreversible de las valiosas marismas de Aznalcázar. El Plan Hidrológico 2021-2027 debería ser un antes y un después para Doñana.

Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF, afirma con rotundidad: "Esta condena a España es un escándalo y un gran daño para la imagen internacional de nuestro país que no ha sido capaz de cuidar un espacio único como Doñana, propiedad de todos los europeos y patrimonio de toda la humanidad".

Por último, Del Olmo concluye: "Hemos luchado por Doñana desde hace 50 años y estamos convencidos de que se encuentra en la situación más grave de su historia. Es un ecosistema cada vez más débil, asediado por antiguas y nuevas amenazas y por la realidad del cambio climático. Esta sentencia recuerda a la Junta de Andalucía y al Gobierno central su responsabilidad y la urgencia de actuar antes de cruzar el punto de no retorno".

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