El Rosario y el himno de España: la fórmula mágica del cura de San Antonio y el alcalde de Pastriz contra el COVID-19

Cada tarde, a las 18.30, el Rosario suena por los altavoces de la iglesia de San Antonio (Calatayud). En Pastriz, el propio alcalde rezó un padrenuestro por la megafonía del Ayuntamiento y todos los días suena el himno de España: “La gente aplaude o le da a la cacerola, que los vecinos ya se están cabreando y cambian los aplausos por cacerolada para pedir la dimisión del Gobierno de España”.

Foto: Ayuntamiento de Calatayud

Un día después de que el Gobierno de España cerrara el Valle de los Caídos para preparar la exhumación de Franco, un grupo de ciudadanos se agolpó a las puertas de la basílica al grito de “¡queremos ir a misa!”. Hace una semana, se hizo viral un vídeo en el que varios jóvenes pedían recuperar “lo más importante: la Santa Misa”. En el barrio de San Antonio de Calatayud y en Pastriz tienen, en parte, cubiertas estas necesidades.

José Manuel Vargas Puga es el párroco de la iglesia de San Antonio (en el barrio homónimo de la capital bilbilitana). Allí, cada día, entre las 18.30 y las 19.15, se reza el Rosario por megafonía. En otro municipio de la provincia de Zaragoza, Pastriz, el propio alcalde, José Miguel Ezquerra (PAR), rezó un padrenuestro por los altavoces el pasado 25 de marzo –siguiendo la petición del papa Francisco– y, todos los días, hace sonar el himno de España.

Campanas que superan los decibelios permitidos

El 18 de septiembre de 2018, la Diócesis de Tarazona nombró a José Manuel Vargas Puga párroco, entre otras, de la iglesia de San Antonio de Calatayud. Con su llegada, asegura una vecina del barrio de San Antonio que prefiere mantenerse en el anonimato, las campanas comenzaron a sonar cada media hora, entre las 8.00 y las 23.00 horas.

Esta mujer, trabajadora de la Sanidad habitualmente en horario nocturno (trata de dormir por el día), se queja del volumen al que tocan las campanas. Según el artículo 25 de la Ordenanza Municipal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Calatayud, el nivel máximo de decibelios en el exterior –en zonas con residencia, servicios terciarios no comerciales o equipamientos no sanitarios– no puede superar los 50 durante el día y los 40 durante la noche.

En ambientes interiores (artículo 26), los decibelios máximos permitidos son 30 en los equipamientos religiosos (tanto de día como de noche), y, en las residencias, se establece una horquilla entre los 35 de las piezas habitables y los 40 de pasillos, aseos, cocinas y zonas de acceso común.

El pasado 16 de abril, a tenor de las mediciones de esta vecina, las campanas de las 12.00 horas llegaron a los 62 decibelios y las de las 20.00 a los 67.

Ella habló con el abad, al que remitió estas mismas mediciones, y también se puso en contacto con el párroco, el cual le dijo “que no podía controlar el volumen”. Lo único que consiguió es que las campanas dejaran de sonar a las 22.30 y no a las 23.00 horas.

El Rosario a todo volumen

A las campanas se suma, cada día a las 18.30, el rezo del Rosario. En un comunicado, fechado el pasado 14 de marzo y firmado por el obispo de Tarazona, Eusebio Hernández Sola, se animaba a seguir la Santa Misa a través de los medios de comunicación, también se invitaba a los sacerdotes a celebrar diariamente la misa en privado “o con algunas pocas personas de su elección”.

El pasado 21 de abril, la vecina midió los decibelios a las 19.00 horas, cuando se unieron las campanas con el Rosario: en el interior de la casa llegaron a los 47 y en el exterior a los 71. Días después, el sábado 25 de abril, se alcanzó el récord con 80.

Desde el Obispado de Tarazona aseguran que es “algo que se puede hacer, otra cosa es que alguien se haya quejado”. A la pregunta de si tenían conocimiento de que esto se estaba haciendo, aseguraron que no tienen “por qué tener conocimiento, es una cosa particular de una parroquia”.

“O reaccionamos, o esto de aquí a tres o cuatro meses es Venezuela”

En el municipio zaragozano de Pastriz, es el alcalde, José Miguel Ezquerra (PAR), el que hace llegar la oración a los fieles directamente desde el Consistorio. Tal y como ha explicado Ezquerra a AraInfo, “recé un padrenuestro por megafonía el día que lo pidió Su Santidad”. Además, el Domingo de Ramos, “para animar un poco a los críos”, colgaron un tutorial en el bando por WhatsApp del Ayuntamiento enseñando a hacer una palma con cartulinas. “Los niños las expusieron en sus balcones, salió un mozo del pueblo que siempre colabora con la Iglesia, se hizo la bendición de las palmas del Domingo de Ramos y se tocaron las campanas”.

Por añadidura, todos los días a eso de las 19.58 suena por megafonía el himno de España: “Y quien quiera que aplauda y, si no, que le dé a la cacerola, que los vecinos ya se están cabreando y cambian los aplausos por cacerolada para pedir la dimisión del Gobierno de España”.

Los viernes, los horarios varían ligeramente, ya que antes de las 20.00 horas se guarda un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas, mientras un chico del pueblo interpreta la Canción del silencio con la gaita aragonesa. Posteriormente, suena el himno.

Ezquerra ya se dio a conocer a principios del mes de abril, por un vídeo en el que anunciaba que iba a donar la mitad de su sueldo y pedía a todos los políticos que “predicaran con el ejemplo”. En el vídeo atacaba a los “populistas” y se preguntaba si lo que están haciendo “es de tener unos sentimientos de buena persona”.

“Ya vale de aguantar”, decía, “con la cantidad de muertes que está costando la incompetencia de Gobierno y nos engañan por las televisiones. Señores, o reaccionamos o esto de aquí a tres o cuatro meses es Venezuela. Ya está bien, nos tenemos que echar a las calles”.

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