El primer eco del Big Bang se pone a prueba ante físicos de todo el mundo

MATERIA | Nuño Domínguez | Los responsables del polémico descubrimiento del primer eco del Big Bang defienden su hallazgo en el el mayor encuentro mundial de física de partículas, que se celebra en Valencia. La próxima semana, en torno a un millar de físicos de todo el mundo se reunirán en Valencia para celebrar lo más parecido a un Mundial que hay en la física de partículas. Se trata de una conferencia bienal que reúne a premios Nobel, representantes de los mayores experimentos del mundo, los nombres más destacados de la física de partículas y donde últimamente acostumbra a haber …

El instrumento BICEP2, en la Antártida / S.R./Harvard
El instrumento BICEP2, en la Antártida / S.R./Harvard
El instrumento BICEP2, en la Antártida / S.R./Harvard

MATERIA | | Los responsables del polémico descubrimiento del primer eco del Big Bang defienden su hallazgo en el el mayor encuentro mundial de física de partículas, que se celebra en Valencia. La próxima semana, en torno a un millar de físicos de todo el mundo se reunirán en Valencia para celebrar lo más parecido a un Mundial que hay en la física de partículas. Se trata de una conferencia bienal que reúne a premios Nobel, representantes de los mayores experimentos del mundo, los nombres más destacados de la física de partículas y donde últimamente acostumbra a haber anuncios históricos. Durante la edición anterior, por ejemplo, se confirmaron las primeras evidencias de la existencia del bosón de Higgs, uno de los hallazgos más importantes de este siglo. Esta vez, el protagonista es otro descubrimiento de igual o mayor importancia: la polémica detección del primer eco del Big Bang.

En marzo de este año saltó la noticia de que un equipo liderado por físicos de EEUU y otros países había detectado una posible señal de ondas gravitacionales primordiales, una especie de onda expansiva dejada por el Big Bang hace unos 13.700 millones de años. De confirmarse, este sería el descubrimiento científico del año y uno de los más importantes del siglo. Las ondas gravitacionales fueron predichas por Einstein pero nunca se han observado. El tipo de ondas observado confirmaría además la teoría de la inflación, que dice que tras la explosión inaugural, el universo se hizo billones de veces más grande en fracciones de segundo.

El equipo estadounidense aseguró en una inusual rueda de prensa haber encontrado rastros de estas ondas en la radiación de fondo de microondas, una señal de la radiación constante dejada por el Big Bang y que aún sigue detectándose con telescopios de la Tierra y en el espacio. Muy pronto, el supuesto descubrimiento comenzó a recibir críticas y ya ha sido cuestionado por varios equipos de influyentes físicos. Ahora, los propios autores del hallazgo reconocen la polémica y admiten que la señal que captaron puede ser un falso positivo creado por el polvo de nuestra propia galaxia, que se habría interpuesto en sus observaciones. Por el momento, dicen en un estudio publicado hace unos días en Physical Review Letters, no se puede “excluir la posibilidad de que el brillo del polvo sea responsable de toda la señal detectada”.

Valencia será una prueba de fuego para el supuesto descubrimiento. Durante la 37ª Conferencia Internacional de Física de Altas Energías (ICHEP), que comienza el próximo miércoles, se discutirán los datos de BICEP2, el telescopio de la Antártida que supuestamente captó ese eco del Big Bang. También se presentarán nuevos resultados de otros observatorios que podrían confirmar o desmentir el hallazgo. Además, entre los asistentes a la cita estará Alan Guth,uno de los padres de la teoría de la inflación del universo. Si el descubrimiento se mantiene, sería una confirmación clave de la inflación y, además, un Nobel casi seguro para Guth. Pero la concesión oficial del equipo de BICEP2 de los posibles errores apunta a que su anuncio bien puede quedar en nada.

La expectación es mayor ya que otro gran experimento, el satélite Planck de la Agencia Espacial Europea, tiene previsto publicar nuevos datos en semanas. El equipo de BICEP2 usó datos provisionales de esta misión europea para publicar su hallazgo, pero pudo cometer errores al sustraer el efecto del polvo en esos datos. Todo esto indignó a algunos responsables de Planck. Los nuevos datos son claves ya que tanto las ondas gravitacionales como la inflación plantean un escenario que influye en la física de partículas tal y como la conocemos e incluso abrir el camino hacia nuevos fenómenos nunca observados.

“El tema de las ondas gravitacionales no es estrictamente física de partículas pero sus resultados pueden tener un impacto directo en este campo”, explica a Materia Juan Fuster, co-presidente del comité organizador del ICHEP. Por eso se ha pedido al equipo de BICEP2 y al de Planck que participen en una sesión plenaria en la que se revisarán los datos de cada experimento y se discutirá “hasta qué punto son reales los datos anunciados previamente”, explica Fuster.

Vida después del higgs

Más allá de la polémica, el ICHEP pondrá en común los resultados más relevantes de los últimos dos años en diferentes ámbitos de la física, desde la física de partículas experimental que se realiza en los aceleradores de partículas más potentes del mundo como el LHC a la búsqueda de componentes del universo jamás observados de forma directa como la materia oscura, pasando por la detección de neutrinos, esas llamadas partículas fantasmas que el año pasado protagonizaron otro importante descubrimiento. La reunión, organizada por la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada (IUPAP), se viene celebrando desde hace medio siglo y esta es la primera vez que tendrá lugar en España. Hace dos años, como aperitivo de la conferencia anterior, celebrada en Melbourne, se anunció por primera vez la observación del bosón de Higgs. El año siguiente la observación se convirtió en descubrimiento y, poco después, en un premio Nobel para sus padres vivos, Peter Higgs y François Englert. Englert es este año una de las estrellas invitadas al congreso y muchos de los nuevos datos que se presenten describirán nuevos detalles de esa partícula tan esencial para que existamos.

“Ahora lo importante es determinar si estamos ante el higgs o un higgs”, detalla Fuster. Por ahora todas las observaciones han demostrado que la partícula predicha por Englert, Peter Higgs, y Robert Brout en 1964 es idéntica a la que produce el LHC mediante colisiones de protones que viajan casi a la velocidad de la luz. “Pero, debido al nivel de precisión con el que trabajamos, el que no hayamos visto diferencias no quiere decir que no las haya”, advierte Fuster, que calcula que aún quedan por delante por lo menos 15 de años de experimentación en el LHC antes de saber si estamos ante el higgs o un higgs.

También se hablará en Valencia de la vida después del higgs. Altos representantes de la comunidad de física de partículas de EEUU, China, Japón, Europa y otros países pondrán en común sus estrategias para los próximos años. También se hablará de cómo serán los aceleradores de partículas que sucedan al LHC y, además, se celebrarán los 60 años del laboratorio europeo de física de partículas CERN. En ese lugar a medio camino entre Suiza y Francia, en un anillo de 27 kilómetros y a 100 metros bajo tierra, se va a poner en marcha de nuevo el LHC a principios de 2015 para continuar explorando las fronteras de la física.

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