El Pirineo cada vez más amenazado por una Red de Autopistas Eléctricas

Las nuevas autopistas eléctricas entre Aragón, Pallars Jussà y Francia, dibujarían una parrilla de líneas de 400.000 voltios en el Pirineo Central, atravesando la cordillera a lo largo y ancho, lo que sin duda incrementa el riesgo de incendios

Tras dos años de informaciones contradictorias en cuanto a trazados y calendarios de ejecución, la UE ha publicado su lista de candidatos a "proyectos de interés común" (PIC), que se beneficiarán de financiación europea y tramitación preferente. Entre ellos se encuentran no menos de cuatro nuevos proyectos de interconexión eléctrica con Francia y siete con Portugal, además de tres nuevos gasoductos, todos ellos impulsados por el oligopolio energético para seguir aumentando sus beneficios (5.460 millones de euros en 2016, +9%).

Ni siquiera las muestras cada vez más frecuentes de fenómenos climatológicos extremos hacen que la Unión Europea reconsidere su política energética y admita la imperiosa necesidad de cambiar de modelo.

Ante una temperatura que no deja de subir, falta generalizada de lluvias y una Península Ibérica que se desertiza a marchas forzadas, el plan de choque es continuar extendiendo la red de líneas de Muy Alta Tensión (MAT), las llamadas autopistas eléctricas, que perpetúan el modelo que nos ha llevado a esta situación límite a escala planetaria.

El Estado español tiene una enorme sobrecapacidad de generación eléctrica que excede 2,6 veces el pico de la demanda, por lo que no necesitaría más autopistas eléctricas para asegurar su suministro. La creación de una red europea de interconexiones tampoco abaratará su precio (a pesar de los cantos de sirena de los representantes del oligopolio) que sigue aumentando (+30% en 2016). Sin embargo se intenta convencer de la necesidad de estas obras multimillonarias. La razón de fondo no es otra que la creación de un mercado único de la energía que permitiría especular en bolsa con los kilovatios.

Las nuevas autopistas eléctricas entre Aragón, Pallars Jussà y Francia, dibujarían una parrilla de líneas de 400.000 voltios en el Pirineo Central, atravesando la cordillera a lo largo y ancho, lo que sin duda incrementa el riesgo de incendios.

En Aragón, la anunciada MAT Samianigo-Marsillon multiplicaría por 11 la capacidad de la línea de alta tensión (LAT) existente entre Biescas y Pragneres (Francia) y se prolongaría al sur hasta Magallón por Exeya d'os Caballers (donde se construiría también una subestación eléctrica), atravesando parajes como el de Bujaruelo, junto al Parque Natural de Ordesa o la Sierra de Caballera.

Hay otra MAT proyectada entre Peñalba e Isona, y se repotenciarán 4 LAT transversales (entre Samianigo y La Pobla de Segur). También atravesará el Pirineo por Nafarroa la MAT Iruñea-Cantegrit, acompañada de nuevas subestaciones y conexiones transversales y el gasoducto Midcat/Step entre Catalunya y Francia. Además, ya está aprobado el proyecto de línea submarina entre Bizkaia y Aquitania.

El Pirineo constituye un pulmón para Europa y una zona de gran biodiversidad y riqueza natural con un enorme potencial turístico que se debe conservar. En una sociedad hipertecnificada, las islas de naturaleza que gozan de protección específica o que simplemente mantienen un paisaje natural son un legado para futuras generaciones. La mercantilización de los bienes comunes no es admisible a falta de una necesidad real. Las asociaciones que defienden estos territorios, sus habitantes y el medio ambiente, ya han anunciado que mantendrán la lucha ante este nuevo expolio de nuestro territorio. La misma sinrazón que ha resucitado el proyecto de pantano de Biscarrués es la que sustenta los faraónicos proyectos de autopistas eléctricas.

Para estas asociaciones es preciso acabar con el incomprensible "impuesto al sol" y potenciar el ahorro y las energías renovables, el autoconsumo y la producción y distribución locales. Pues estas medidas sí supondrían un auténtico avance en la consecución del objetivo de la UE de lograr el 20% de renovables para 2020.

“Igual que en su día paramos la construcción de las MAT Aragón-Cazaril y Graus-Sallente, la lucha continuará en todos los frentes. Contamos con el apoyo del pueblo aragonés y el pueblo catalán, que a través de sus representantes en las Cortes de Aragón y el Parlament de Catalunya” advierten desde las asociaciones contrarias a estos macroproyectos, en referencia al rechazo de ambas instituciones, hace ahora un año, a la construcción de nuevas autopistas eléctricas en el Pirineo. En el caso aragonés se defendió además una moratoria hasta que se consensúe su necesidad real, algo que ni las autoridades ni las empresas han podido justificar.

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