En una sesión que duró más de dos horas, las y los parlamentarios debatieron la moción presentada por el Partido Nacionalista Escocés (SNP), que gobierna la nación, los laboristas, los verdes y los liberales demócratas que pedía rechazar el pacto bajo el argumento de que "empobrecería a Escocia y al resto del Reino Unido".
La propuesta fue aprobada con los votos de estas cuatro formaciones y solo contó con la oposición del Partido Conservador, que se centraron en repetir el mensaje que la primera ministra británica, Theresa May, ha abanderado desde que pactó el texto con Bruselas al señalar que no respaldarlo es arriesgarse a que el país abandone la UE sin ningún tipo de consenso.
El ministro escocés para el Brexit y representante del SNP en la moción, Mike Russell, argumentó el rechazo al pacto por parte del Gobierno de Escocia porque no incluye la permanencia en el mercado común y la unión aduanera, algo que, aseguró, "dañará severa y permanentemente" la economía debido al descenso de la inmigración.
"En todas las áreas de Escocia hay empresas, organizaciones, comunidades e individuos que sufrirán por un largo período de tiempo si se aprueba este acuerdo", sostuvo y precisó que el análisis de su Ejecutivo demuestra que para 2030, el PIB escocés se reducirá en 9.000 millones de libras (más de 10.000 millones de euros).
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) dictará el próximo lunes, 10 de diciembre, su sentencia sobre la reversibilidad del Brexit y si Reino Unido podría frenar su salida del bloque de manera unilateral, sin el consentimiento del resto de Estados miembros.