El magistrado del Juzgado de Instrucción nº 7 de Zaragoza, ha dictado auto de archivo de la causa abierta tras la denuncia presentada por Carles Puigdemont contra dos zaragozanos por un delito de amenazas, vertidas el pasado 8 de diciembre de 2017, subidos a un carro de combate en movimiento.
No considera el juez que las expresiones utilizadas sean "objetivamente aptas para amedrentar a la víctima" y que el “supuesto desprecio hacia el denunciante por su deslealtad ni es amenaza, ni tampoco injuria”.
Todo ello porque, según el juez, los civiles hacen "una pantomima sin ningún valor intimidatorio y sin que sea real la posibilidad de que los dos civiles denunciados dirigieran un tanque hasta la ciudad adonde huyó el denunciante, siendo inaceptable que lo manifestado por aquellos fuera la conminación de un concreto mal con sólida apariencia de seriedad y firmeza”.
Abunda el instructor en este sentido expresando que lo que los civiles reprochan “de forma burlona en el video” lo es por la actitud personal de Carles Puigdemont “y no por su pertenencia a un grupo social minoritario”.
Contra este auto cabe recurso de reforma ante el Juzgado de Instrucción nº 7 de Zaragoza, o de apelación ante la Audiencia de Zaragoza según está previsto en el artículo 766 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Cabe recordar que el Ministerio de Defensa del Gobierno español abrió un expediente disciplinario a varios militares que permitieron a estos dos civiles subirse a un tanque Leopard.
Desde ahí grabaron un vídeo en el que aseguraban estar buscando la solución a los “problemas de España” y para ello enfocaban al cañón del carro de combate y hacían una mención a Bruselas y añadían “Vamos a dar una sorpresa a Puigdemont (…) 70 toneladas de puro amor y pura democracia. Coletas el siguiente eres tú, cabrón. Arriba España”.