La Plataforma a favor de los Paisajes de Teruel asegura estar viviendo “días de estupefacción”. Hace cuatro días recibían un comunicado de la Asociación Viento Alto, tras un requerimiento del propio Chusticia d’Aragón, en el que Viento Alto admitía que no existía ningún convenio entre esta asociación y Forestalia, siendo que la propia empresa Forestalia justificaba en la documentación enviada al MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) la existencia de este convenio, algo que a juicio de la Plataforma “es muy grave ya que evidencia que uno de los dos miente”.
Y ahora, con fecha 29 de junio de 2021, es el INAGA (Instituto de Gestión Ambiental, organismo dependiente del Gobierno de Aragón) quien ha emitido informe de contestación al requerimiento del 4 de marzo de 2021, de la Dirección General de Política Energética y Minas del MITECO en relación al Clúster Maestrazgo.
“A pesar de haber contado con 4 meses para su elaboración, el documento adolece de cualquier análisis crítico limitándose a reproducir los postulados del Estudio de Impacto Ambiental de Forestalia a lo largo de 45 de sus 51 páginas que, como ya adelantó Olona, son favorables al proyecto, empleando únicamente 6 páginas en realizar sugerencias y aportaciones a un megaproyecto que constaba de más de 40.000 folios”, señalan desde la plataforma.
La población sólo dispuso de 30 días para analizar el documento y presentar alegaciones. A pesar de ello, desde la Plataforma a favor de los Paisajes, se presentó un documento de alegaciones de 338 páginas, aportando planos e información adicional y respaldado por más de 90 personas del ámbito científico y cultural y 5.500 firmas recogidas en diferentes municipios.
Una vez revisado el informe, esta Plataforma denuncia varias cuestiones. En el aspecto socioeconómico, el documento, advierten, se limita a reproducir los postulados del estudio de Forestalia, argumentando que la densa red de nuevos caminos permitirá mejorar el desarrollo agropecuario y forestal y, en definitiva, al tejido social y económico de los núcleos rurales.
Añade que, en el caso de Morella (Castelló), la instalación de centrales eólicas no ha perjudicado al turismo: “Esto, además de exceder sus competencias sobre la protección del medio ambiente, contrasta con la realidad ya que la práctica totalidad de los municipios de la provincia de Teruel que cuentan con centrales eólicas han perdido más población que la media de los núcleos rurales de la provincia”.
El mismo municipio de Morella ha perdido 400 habitantes desde que se instalaron los primeros molinos, algo que se puede comprobar en el INE. “No sorprende, por lo tanto, la oposición de la Asociación de Empresarios turísticos del Maestrazgo al proyecto y de buena parte de la población”, explican.
En cuanto a las afecciones a la fauna y a los hábitats naturales, el INAGA se limita nuevamente a adoptar las conclusiones del Estudio de Impacto Ambiental, sin contrastar la veracidad de los datos utilizados.
“Si se hubiera hecho así se habrían detectado los múltiples errores en la clasificación de los hábitats o en el impacto sobre aves y quirópteros”, aclaran desde la Plataforma a favor de los paisajes de Teruel.
No parece lógico, según la Plataforma, que se concluya que la afección a las colonias de buitre leonado de las ZEPAs del entorno no va a ser significativa, cuando existen informes demostrando que los descensos que ya se han producido en estas poblaciones se deben a las centrales eólicas instaladas a mucha mayor distancia, en Castelló. De hecho, de acuerdo con los datos ofrecidos por el estudio de Forestalia, los efectos acumulativos del proyecto junto con las centrales ya existentes supondrían una mortalidad anual entre el 3,86% y el 5,29% de la población de esta especie en la zona.
Otra afección de la que el INAGA se olvida son los Pinares (sud-) mediterráneos de pinos negros endémicos, un hábitat prioritario que supone el elemento clave por el que se designó la ZEC Maestrazgo y Sierra de Gúdar.
El Estudio de Impacto Ambiental ni siquiera considera afecciones a este hábitat prioritario, a pesar de que la propia cartografía de hábitats del Gobierno de Aragón muestra que el parque Estrella IV ocupa íntegramente una de las dos formaciones presentes en este espacio protegido.